El fuerte llamamiento de la Santa Sede para que se eliminen las armas nucleares: "Ya es hora de que actuemos"
Mons. Paul Richard Gallagher intervino en la Reunión de alto nivel de la ONU, para conmemorar y promover el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, mons. Paul Richard Gallagher, lanzó un claro mensaje sobre las armas nucleares en su intervención en la Reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, reunidos en Nueva York para conmemorar y promover el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
“Esta es una ocasión para hacer notar al mundo, y en particular a los dirigentes de los Estados poseedores de armas nucleares, la insistente demanda de la humanidad de que se eliminen las armas nucleares y las numerosas promesas de este foro de liberar al mundo de la amenaza de la guerra nuclear”.
Los dos factores que contribuyen a la perpetuación del status quo nuclear
Dos son los factores que según Mons. Gallagher contribuyen a la perpetuación del status quo nuclear. El primero de ellos es la política de disuasión, que impulsa la carrera armamentista y genera un entono tecnológico deshumanizado que mantiene y agrava la desconfianza entre las naciones.
El segundo factor es el gasto exorbitante de unos pocos Estados en la producción y despliegue de arsenales nucleares, que es una fuente de creciente desigualdad tanto dentro de las naciones como entre ellas. Ante una pandemia mundial de duración incierta y el agravamiento de los efectos del cambio climático mundial, los Estados deben reducir los gastos militares para responder a las necesidades humanitarias y a las exigencias de nuestra casa común. En ese contexto, Mons. Gallagher recordó la petición de la Santa Sede de que los gobiernos apliquen “el dinero que se usa en armas y otros gastos militares, para constituir un Fondo mundial para acabar de una vez con el hambre y para el desarrollo de los países más pobres”.
"Ya es hora de que actuemos"
La Santa Sede está agradecida a los 122 Estados miembros que, hace 4 años votaron para adoptar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que entró en vigor el pasado mes de enero, y anima a los Estados reticentes a unirse a este importante acuerdo.
Además, mons. Gallagher instó a aquello Estados que se benefician del paraguas nuclear a que contribuyan a recalibrar las prioridades mundiales apoyando los esfuerzos de desarme nuclear en virtud del articulo VI del Tratado de No Proliferación. Ya que desde hace tiempo que la comunidad internacional debería haber cumplido su determinación. “Este – señaló mons. Gallagher – es el corazón de la misión de esta Organización y es el deseo largamente incumplido de la familia humana. Ya es hora de que actuemos”.