Georg Ratzinger, hermano de Benedicto XVI: sacerdote, combatiente de guerra y amante de la música

Georg Ratzinger definía a su hermano Joseph (Benedicto XVI) como una persona “académica y universitaria”, además de “un buen Papa”, si bien es cierto que en su momento confesó que pensó que nunca vería en esta vida que un alemán pudiese ser el sucesor de Pedro. De hecho, en un primer momento mostró su contrariedad por que su hermano fuese elegido Papa: “Me quedé un poco decepcionado. Debido a sus gravosos compromisos, comprendí que nuestra relación tendría que reajustarse mucho”, afirmó tras la elección.

Figura que sentía también una gran devoción por San Juan Pablo II, Georg Ratzinger era un sacerdote y amante de la música. No en vano fue director musical de la catedral de Regensburg (Baviera) durante tres décadas, de 1964 y hasta 1994, con el que dio numerosos conciertos. Su idilio con este arte comenzó muy temprano, concretamente con el órgano, instrumento que tocaría en torno a los diez años en la parroquia.

Un gusanillo que probablemente le introdujo su padre, que contaba con una cítara que tocaba por las noches. En alguna ocasión, Georg llegó a asegurar que la música era una de las creaciones más hermosas de Dios.

Su relación con su hermano, cuyo Papado abarcó desde 2005 y hasta su renuncia en 2013, era muy estrecha. Incluso durante buena parte de sus vidas se podría decir que fueron paralelas, ya que ambos acudieron juntos al seminario de Múnich en 1947, y se ordenaron juntos el 29 de junio de 1951 en la catedral de Freising por el cardenal Michael von Faulhaber, pese a que Georg era tres años mayor que Joseph.

Unos estudios que no fueron nada fáciles sacar adelante, ya que en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, Georg fue alistado y enviado al frente de Italia para combatir en la batalla. De hecho, permaneció durante algunos meses en un campo de concentración en Nápoles.

Cinco años más tarde, con una Alemania destruída por las bombas, ambos hermanos volvieron a ingresar en el seminario para continuar sus estudios sacerdotales. Su vocación de servicio a la Iglesia le vino a los dos hermanos desde críos. Ambos eran monaguillos y servían durante la misa.

El 22 de agosto de 2008, agradeciendo al alcalde de Castel Gandolfo que había concedido a Georg la ciudadanía honorífica, Benedicto XVI dijo de su hermano: "Desde el principio de mi vida mi hermano siempre ha sido para mí no sólo un compañero, sino también un guía fiable. Ha sido para mí un punto de orientación y referencia con la claridad y la determinación de sus decisiones. Siempre me mostró el camino a seguir, incluso en situaciones difíciles".

Con su marcha, Benedicto XVI es el último miembro de esta familia de Baviera que aún vive entre nosotros.