¿Cuál es el origen de la tradicional ofrenda de los papas a la estatua de la Inmaculada Concepción en Roma?
Debido a la pandemia, este año el Papa Francisco no podrá realizar este homenaje tan querido entre los ciudadanos de la capital italiana
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Desde el año 1958, el día 8 de diciembre en Roma, los papas celebran una tradición en una de las plazas más bonitas de la capital de Italia: Plaza de España. Y es que justo delante de la Embajada de España se encuentra una estatua de la Virgen María que tiene su origen en la declaración del dogma de la Inmaculada Concepción proclamado por Pio IX en 1854.
La estatua de la Inmaculada se encuentra situada en lo alto de una columna de mármol de corinto de casi 12 metros de altura que se encontró en 1777 en el Monasterio de Santa María de la Inmaculada Concepción, en el Campo de Marte. La inmensa imagen de la Virgen en bronce que corona la columna fue realizada por el escultor Giuseppe Obici.
Papa San Juan XXIII, el primero en visitar el monumento
El arquitecto Luis Poletti adosó en su base a David, Isaías, Ezequiel, y Moisés, se supone que cada uno de ellos protagonista de alguno de los pasos dados hacia la configuración del dogma. Las cuatro caras de la base contienen escenas en bajo relieve de la definición del dogma, del sueño de San José, de la comunión de la Virgen y de la Anunciación.
Se trata de una tradición que comenzó Pío XII en 1953 para inaugurar un Año Mariano. El pontífice enviaba flores a la estatua y San Juan XXIII fue el primero en visitar el monumento depositando una canasta de rosas blancas a los pies de la Virgen María.
Desde entonces, la visita se ha convertido en tradición de todos los papas, con un momento de oración, un mensaje y la colocación de una corona de flores amarillas y blancas, que los bomberos dejan en las manos de la imagen de la Inmaculada erigida sobre una alta columna.
La visita del Papa el 8 de diciembre
Los primeros en hacer acto de presencia en ella el día de la Inmaculada son los bomberos de Roma, que entre las 7:30 y las 7:45 cuelgan con su larga escalinata una guirnalda de flores blancas al brazo de la imagen a la que saludan militarmente.
A continuación, tienen lugar una serie de procesiones en honor a la Inmaculada y al Papa que declaró el dogma. Y sobre las cuatro de la tarde, suele acudir el Papa, que coloca ante la imagen de la Inmaculada una cesta de rosas blancas, hecho lo cual, numerosos romanos y visitantes continúan depositando flores ante el monumento.
La pandemia impide la tradicional ofrenda del Papa a la Virgen
El papa Francisco no acudirá este 8 de diciembre para realizar el tradicional homenaje a la Inmaculada en la Plaza de España de Roma, frente a la embajada española ante la Santa Sede, y uno de los eventos religiosos más populares entre los romanos, debido a la pandemia.
"El 8 de diciembre, el Santo Padre Francisco realizará un acto de devoción privada, confiando la ciudad de Roma, sus habitantes y los numerosos enfermos de todas partes del mundo a Nuestra Señora", confirmó la oficina de prensa del Vaticano.
"La decisión de no ir a la Plaza de España por la tarde para el tradicional Acto de Veneración de la Inmaculada Concepción se debe a la persistente situación de emergencia sanitaria y para evitar cualquier riesgo de contagio causado por las concentraciones de personas", añadieron desde la oficina de prensa.