El Papa agradece en el Ángelus la “cercanía con la oración”: “Experimento el esmero en el servicio y la ternura en el cuidado”

En el texto del Ángelus del Pontífice, agradece su labor a los voluntarios y también a los que cuidan de los enfermos, a los que siguen rezando por él en su prolongada hospitalización y lanza otro llamamiento por la paz

Voluntarios se reúnen entorno a la estatua de Juan Pablo II en el hospital Gemelli para rezar por el Papa Francisco

Sofia Gómez Pérez

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Papa Francisco ha mandado un cariñoso mensaje para el Ángelus de este primer domingo de Cuaresma, desde el hospital Gemelli de Roma, donde continua ingresado por una neumonía bilateral desde el 14 de febrero. En su mensaje recuerda a los médicos, a los voluntarios, al personal de la Curia, a los pueblos en guerra. El mundo siempre está presente en sus pensamientos, el cuál le ofrece gratuidad y atención, un mundo que le ayuda a gobernar la Iglesia, un mundo que sufre.

Para el dolor se necesita ternura

“Hermanos, en mi prolongada hospitalización experimento el esmero en el servicio y la ternura en el cuidado de los médicos y de los operadores sanitarios, a quienes doy las gracias de corazón” agradecía el Papa por la atención de los trabajadores. 

 "Y mientras estoy aquí, pienso en tantas personas que, de diversos modos, están cerca de los enfermos y son para ellos un signo de la presencia del Señor. Necesitamos esto, el "milagro de la ternura", que acompaña a los que están en la prueba, aportando un poco de luz en la noche del dolor".


El voluntariado es profecía y signo de esperanza

El tiempo y las capacidades puestas a disposición por quienes se comprometen en el mundo del voluntariado son otro motivo de gratitud por parte del Santo Padre: "despiertan la esperanza", dice. "Expreso mi agradecimiento a todos los que se comprometen en este campo: ¡gracias por ofrecer vuestro tiempo y vuestras capacidades! ¡Gracias por la cercanía y la ternura con las que cuidáis de los demás, despertando en ellos la esperanza!."

"En nuestras sociedades demasiado esclavizadas a la lógica del mercado, donde todo corre el riesgo de someterse al criterio del interés propio y de la búsqueda del beneficio, el voluntariado es profecía y signo de esperanza, porque testimonia la primacía de la gratuidad, de la solidaridad y del servicio a los más necesitados".

"que se ponga fin a la violencia en Siria"

El Pontífice anima a vivir la Cuaresma como "un tiempo de purificación y renovación espiritual, un camino de crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad" mientras se une espiritualmente a la Curia Romana que entra en la semana de los Ejercicios Espirituales. Continúa, como siempre hace, pidiendo oraciones por él mismo, asegurando las suyas también por las naciones en guerra, a las que no deja de mencionar.

"Juntos seguimos invocando el don de la paz, en particular en la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Líbano y Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo. En particular, me he enterado con preocupación de la reanudación de la violencia en algunas partes de Siria: espero que cese de una vez por todas, con pleno respeto de todos los componentes étnicos y religiosos de la sociedad, especialmente los civiles".