AUDIENCIA GENERAL
El Papa Francisco te explica qué significa rezar el Padrenuestro
El Papa Francisco ha dedicado su catequesis al significado de la oración del Padrenuestro, que nos presenta a un Dios con el que relacionarnos como hijos
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El Papa Francisco ha dedicado la catequesis de hoy a la oración del Padrenuestro. Este rezo que nos enseñó Jesús está lleno de significado que te explica el Santo Padre. La primera curiosidad es el número de peticiones que se expresan durante el rezo: siete. El siete es un número que, en la Biblia, significa plenitud. Además de en eso, el Papa Francisco nos ha invitado a fijarnos en la palabra esencial y en su carácter "audaz".
"Jesús invita a sus discípulos a dejar atrás el miedo y a acercarse a Dios con confianza filial, llamándolo familiarmente '"Padre'", ha dicho el Papa.
La palabra ‘Padre’, expresa confianza filial
Esa palabra, 'Padre', es la manera de acercarse a Dios que Jesús enseña a los discípulos. El Papa Francisco nos ha recordado que ese acercamiento confiado es también el que tenemos que hacer cuando hablemos con Dios, siguiendo el ejemplo de Jesús.
“Jesús nos enseña fórmulas para congraciarse con el Señor; al contrario, nos invita a orar a Él, derribando las barreras de la dependencia y del miedo. No dice que se dirijan a Dios llamándolo ‘Todopoderoso’, o ‘Altísimo’, Tú que estas tan lejos de nosotros, yo soy un miserable. No, no. No dice así, sino simplemente "Padre", con toda simplicidad, como los niños se dirigen al papá. Y esta palabra ‘Padre, expresa confidencia y confianza filial”, ha señalado Francisco.
El Padre Nuestro nos hace pedir lo que es esencial
El Sumo Pontífice ha profundizado en las peticiones que hacemos en el Padrenuestro. Ha destacado que en el Padrenuestro solo pedimos lo esencial "como el ‘pan de cada día’, porque como nos enseña Jesús, la oración no es algo separado de la vida, sino que comienza con el primer llanto de nuestra existencia humana".
"Está presente donde quiera que haya un hombre que tiene hambre, que llora, que lucha, que sufre y anhela una respuesta que le explique su destino”. Jesús, en la oración, afirmó el Pontífice, no quiere apagar al ser humano, no quiere anestesiarlo. No quiere que nos deshagamos de preguntas y demandas aprendiendo a soportar todo. En cambio, quiere que todo sufrimiento, toda inquietud, se eleve al cielo y se convierta en diálogo".
¡Tu fe te ha salvado!
Otro ejemplo que ha puesto el Papa Francisco en su catequesis es el del ciego Bartimeo. En el Evangelio, cuando Jesús pasa por delante, el ciego le llama, pero la gente le regaña diciendo que no le moleste. Sin embargo, él insiste hasta que el Señor se fija en él. Pues así quiere el Papa que hagamos con Dios al rezar.
“A su alrededor había mucha gente buena que le decía que se callara: ¡quédate callado! Pasa el Señor. Cállate. No molestes. El Maestro tiene muchas cosas que hacer; no lo molestes. Tú eres fastidioso con tus gritos. No molestes. Pero él no escuchaba esos consejos: con santa insistencia, pretendía que condición miserable pudiera finalmente encontrar a Jesús. Este ciego gritaba fuerte, quería ser curado, quería ver. “Y Jesús le devuelve la vista y le dice: 'Tu fe te ha salvado, como para explicar que lo decisivo para su sanación fue esa oración, esa invocación gritada con fe, más fuerte que el sentido común de tanta gente que quería callarlo'”.
Además, ha recordado el valor que tiene la oración de cara a la salvación del hombre. “La oración no sólo precede a la salvación, sino que de alguna manera ya la contiene, porque libera de la desesperación de aquellos que no creen en una vía de salida de muchas situaciones insoportables”, ha asegurado.
La oración de petición, un acto de fe en Dios Padre
El Papa Francisco también ha reflexionado sobre el poder y el valor de la oración de petición. Ha explicado que no se trata de un signo de debilidad y que no es una forma indigna de rezar. "Ninguno de nosotros está obligado a abrazar la teoría que alguien en el pasado ha hecho, que la oración de petición es una forma débil de la fe, mientras que la oración más auténtica sería la de alabanza pura, la que busca a Dios sin el peso de ninguna petición.
“No, esto no es verdad. La oración de petición es auténtica, es espontanea, es un acto de fe en Dios que es Padre, que es bueno, que es omnipotente. Es un acto de fe en mí, que soy pequeño, pecador, necesitado. Y por esto la oración, para pedir algo, es muy noble. Dios es el Padre que tiene una inmensa compasión por nosotros, y quiere que sus hijos le hablen sin temor”.
Al finalizar la catequesis, el Santo Padre ha pedido el favor de la Virgen de Guadalupe para todos los fieles.