El Papa Francisco pide a los banqueros ser "portadores de esperanza" y huir de "actitudes usureras" que acentúan la desigualdad
El Pontífice, que ha recibido en audiencia a dirigentes de varias entidades bancarias, ha establecido una relación entre el Jubileo de 2025 en Roma con la necesidad de perdonar deudas a los más necesitados
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El Papa Francisco se ha mostrado muy crítico con aquellas multinacionales “que trasladan actividades a lugares donde es más fácil explotar el trabajo, poniendo en dificultades a familias y comunidades y cancelando habilidades laborales construidas durante décadas".
Así se ha expresado el Pontífice argentino tras recibir en audiencia a dirigentes de varias entidades bancarias ante quienes también ha lamentado que "hay un tipo de financiación que corre el riesgo de utilizar criterios usureros, cuando favorece a quienes ya están garantizados y excluye a quienes están en dificultades y necesitarían apoyo crediticio", ha señalado.
Jorge Mario Bergoglio ha alertado a vez sobre “una financiación que capta fondos en un lugar y mueve esos recursos a otras zonas con el único fin de incrementar sus intereses. Entonces la gente se siente abandonada y explotada", ha aseverado.
"Cuando las finanzas pisotean a las personas, fomentan las desigualdades y se distancian de la vida local, traicionan su propósito. Se convierte en una economía incivilizada", ha añadido el Papa.
En este sentido, Francisco ha subrayado que las finanzas sanas no degeneran en “actitudes usureras, pura especulación e inversiones que dañan el medio ambiente y fomentan las guerras" e insta a las instituciones bancarias a “apoyar una economía de paz".
El Papa pide a los banqueros "ser portadores de esperanza" y condonar deudas
Finalmente, el obispo de Roma ha pedido a los banqueros ser "portadores de esperanza para muchos que recurren a vosotros para intentar levantarse de períodos difíciles o relanzar su actividad empresarial".
En este punto, el Sucesor de Pedro ha establecido una relación entre el Jubileo de 2025 en Roma con la necesidad de perdonar deudas, especialmente aquellas que afectan a los más pobres. Este acto, ha hecho hincapié Francisco, puede generar esperanza y permitir un futuro más digno para quienes han sido marginados. Citó asimismo a don Primo Mazzolari, destacando que la justicia social sólo se alcanza cuando todos asumen su responsabilidad en el bien común: eludir este deber debe considerarse deshonesto y reprochable.