El Papa Francisco pide a la Inmaculada "un alto el fuego en todos los frentes de guerra" para Navidad
Este 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el Santo Padre invitó a que imitemos a María Inmaculada, "una mujer de un pequeño pueblo periférico llamada al centro de la historia para siempre”
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Tras la misa presidida una hora antes con los nuevos cardenales, el Papa Francisco presidió la oración mariana del ángelus en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.
Ante los fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, mostró su cercanía a los nicaragüenses invitando a todos a rezar en el día de su patrona en quien pone su esperanza “en las dificultades y la incerteza” para que con una “diálogo constructivo lleguen a la paz, la fraternidad y la armonía”. Paz que pidió para Oriente Medio, Ucrania, Siria, Myanmar… para, pidió a la comunidad internacional, “llegar a la fiesta de Navidad con un alto al fuego en todos los frentes de guerra”. También rezó y clamó la conmutación de las penas por quienes en los Estados Unidos están detenidos en el corredor de la muerte.
La colaboración de una joven en el plan de Dios
Al comentar el Evangelio que la liturgia propone para la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Santo Padre indicó que, este texto bíblico nos relata uno de los momentos más importantes en la historia de la humanidad: la Anunciación, cuando el “sí” de María al Arcángel Gabriel permitió la Encarnación del Hijo de Dios.
“Es una escena que suscita la mayor maravilla y emoción porque Dios, el Altísimo, el Omnipotente, por medio del Ángel dialoga con una joven de Nazaret, pidiéndole que colabore en su plan de salvación”.
En María, lo humano y lo divino se encuentran
El Pontífice señaló que, como en la escena de la creación de Adán pintado por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, donde el dedo del Padre celestial roza el dedo del hombre; así también aquí, lo humano y lo divino se encuentran, al inicio de nuestra Redención, en el instante bendito en el que la Virgen María pronuncia su “sí”.
“Una mujer de un pequeño pueblo de periferia es llamada para siempre al centro de la historia: de su respuesta depende el destino de la humanidad, que puede volver a sonreír y a esperar, porque su destino ha sido puesto en buenas manos”.
al servicio de la Palabra de Dios
Por lo tanto, indicó el Papa Francisco, la Virgen María, como la saluda el Arcángel Gabriel, es la "llena de gracia", la Inmaculada, enteramente al servicio de la Palabra de Dios, siempre con el Señor, al que se encomienda completamente.
“En ella no hay nada que ofrezca resistencia a su voluntad, nada que se oponga a la verdad y a la caridad. He aquí su bienaventuranza, que cantarán todas las generaciones. Alegrémonos también nosotros, porque la Inmaculada nos ha dado a Jesús, nuestra salvación”.
Abramos las puertas del corazón y de la mente
Y en nuestro tiempo, agitado por guerras y concentrado en el esfuerzo de poseer y dominar, el Santo Padre invitó a hacernos las siguientes preguntas que nos ayudaran a profundizar en este misterio.
“¿Dónde pongo mi esperanza? ¿En la fuerza, en el dinero, en los amigos poderosos, o en la misericordia infinita de Dios? Y frente a los falsos modelos relucientes que circulan en los medios y en internet, ¿dónde busco mi felicidad? ¿Dónde está el tesoro de mi corazón? ¿Está en el hecho de que Dios me ama gratuitamente, que su amor siempre me precede y está listo para perdonarme cuando regreso arrepentido a Él? ¿O me engaño tratando de afirmar a toda costa mi yo y mi voluntad?”
Finalmente, el Papa Francisco señaló que, mientras se acerca la apertura de la Puerta Santa del Jubileo, abramos las puertas del corazón y de la mente al Señor Jesús, nacido de María Inmaculada e imploremos la intercesión de la Madre para que Él venga a habitar en nuestra vida.
El consejo del Papa: "Hagan una buena confesión"
"Hoy es un bonito día para decidirse a hacer una buena confesión, si hoy no pueden ir, vayan durante la semana, abran el corazón, porque el Señor perdona todo, todo, y de la mano de María seremos más felices", improvisó finalmente el Papa
Diálogo "respetuoso y constructivo" en Nicaragua
Tras el rezo del ángelus, durante los saludos, el Papa dejó varios mensajes de calado, entre ellos, la petición de un alto el fuego en todos los conflictos bélicos ante estas fechas navideñas. Pero comenzó por invitar a unirse a rezar por Nicaragua. "En esta solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María estoy cerca en particular de los nicaragüenses. Les invito rezar, a unirse en oración por la Iglesia y el pueblo de Nicaragua. Que la Madre celestial sea para ellos consuelo en las dificultades, en las incertidumbres y abras el corazón de todos para que se abra el camino de un diálogo respetuoso y constructivo a fin de promover la paz, la fraternidad y la armonía en el país".
De ahí, y tras sus habituales apelaciones rezar por la paz en los países que están en guerra -"y ahora Siria", añadió-, Francisco expresó: "Hago un llamamiento a los gobernantes y a la comunidad internacional para que se pueda llegar a la fiesta de navidad con un alto el fuego en todos los frentes de guerra".
"Me sale del corazón -confesó igualmente- pedirles que recen por los detenidos que en Estados Unidos están en los pasillos de la muerte, son 13 ó 15... Recemos para que su pena sea conmutada, cambiada, pensemos en estos hermanos y hermanas nuestros y pidamos al Señor la gracia de salvarlos de la muerte".
Finalmente, hizo también una petición en favor de la defensa los trabajadores de varias ciudades italianas "que defiende de forma solidaria el derecho al trabajo, que es un derecho a la dignidad, que no se le quite el trabajo por motivos económicos o financieros", rogó.