El Papa, desde el Hospital Gemelli, invita a seguir el ejemplo de los Reyes Magos en la búsqueda de Dios y ser "peregrinos de esperanza”

A pesar de su hospitalización, Francisco destaca en su mensaje de la Audiencia General de este miércoles la importancia de los Magos como figuras de esperanza y fe universal, invitándonos "a adorar a Dios en su pequeñez y a ofrecerle los mejores regalos"

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Sofia Gómez Pérez

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El Papa Francisco, pese a estar hospitalizado y no haber podido dar hoy la catequesis Audiencia General como cada miércoles, ha querido dejar su mensaje de catequesis. En esta ocasión, el mensaje se centró en la Epifanía y la importancia de los Magos como figuras de esperanza y fe universal. A pesar de su ausencia física, su reflexión resuena con fuerza, invitando a la reflexión sobre la búsqueda de Dios y el reconocimiento de su presencia en la humildad.

Los Magos: Peregrinos de la Esperanza

El Papa destaca a los Magos como "peregrinos de esperanza", subrayando su valentía al emprender un viaje desde tierras lejanas, guiados por una estrella, en busca del rey de los judíos. Un viaje que simboliza la búsqueda sincera de Dios y la disposición a seguir las señales divinas, incluso cuando el destino es desconocido. “Atraídos por la aparición de una estrella, que en muchas culturas es presagio del nacimiento de personas excepcionales, algunos sabios se ponen en camino desde el este, sin conocer exactamente el destino de su viaje”.

Los Magos, que "no pertenecen al pueblo del pacto", representan la universalidad del mensaje de Jesús. El Papa explica que han sido considerados como “representantes tanto de las razas primitivas, generadas por los tres hijos de Noé, como de los tres continentes conocidos en la antigüedad: Asia, África y Europa, tanto de las tres fases de la vida humana: juventud, madurez y vejez”. Este simbolismo refuerza la idea de que la invitación a encontrar a Dios está abierta a todos, sin distinción de origen o condición, “son hombres que no se quedan quietos pero, como los grandes llamados de la historia bíblica, sienten la invitación a moverse, a ponerse en camino”.

Encuentro con Herodes

El encuentro de los Magos con el rey Herodes en Jerusalén revela la oposición entre el poder terrenal y la realeza divina. Herodes, temeroso de perder su trono, reacciona con astucia e intentando obtener información para eliminar al recién nacido rey. Este episodio muestra cómo el poder político puede sentirse amenazado por la llegada de un líder espiritual, evidenciando la debilidad del gobernante terrenal.

Herodes consulta a los escribas, expertos en las Escrituras, quienes identifican Belén como el lugar de nacimiento del Mesías según la profecía de Miqueas. Sin embargo, a pesar de su conocimiento, los escribas no se unen a la búsqueda de los Magos. "No es suficiente, de hecho, conocer los textos proféticos para sintonizar con las frecuencias divinas, hay que dejarse cavar dentro y permitir que la Palabra de Dios reavive el anhelo a la búsqueda, enciende el deseo de ver a Dios” explica el texto, resaltando la importancia de la acción y el compromiso personal en la búsqueda de lo divino.

Es entonces cuando “Herodes, de forma oculta, pide a los Magos el momento preciso de la aparición de la estrella y les incita a proseguir el viaje y a volver luego a darle noticias, para que también él pueda ir a adorar al recién nacido. Para quien está apegado al poder, Jesús no es la esperanza que hay que acoger, ¡sino una amenaza que hay que eliminar! Cuando los Magos se van, la estrella reaparece y les conduce hasta Jesús, signo de que la creación y la palabra profética representan el alfabeto con el que Dios habla y se deja encontrar”.

La Adoración y los Regalos: Reconociendo la Divinidad

Guiados nuevamente por la estrella, los Magos encuentran a Jesús y lo adoran, ofreciéndole regalos: oro, incienso y mirra. Estos dones simbolizan el reconocimiento de la realeza y divinidad del niño Jesús. Un antiguo autor citado en el texto describe que los Magos vieron "un humilde corpiño que el Verbo ha asumido; pero no les está oculta la gloria de la divinidad. Se ve un niño pequeño; pero ellos adoran a Dios". Este acto de adoración muestra la capacidad de reconocer lo sagrado en lo simple y humilde.

Los Magos se convierten así en los primeros creyentes entre todos los paganos, imagen de la Iglesia reunida por cada lengua y nación” se puede ver escrito al finalizar el texto. “Queridos hermanos y hermanas, pongamos también nosotros en la escuela de los Magos, de estos "peregrinos de esperanza" que con gran valentía han dirigido sus pasos, sus corazones y sus bienes hacia Aquel que es la esperanza no solo de Israel sino de todas las gentes. Aprendemos a adorar a Dios en su pequeñez, en su realeza que no aplasta sino que hace libres y capaces de servir con dignidad. Ofrezcámosle los regalos más bellos, para expresarle nuestra fe y nuestro amor”.

El Papa Francisco nos invita a seguir el ejemplo de los Magos, aprendiendo a adorar a Dios en su pequeñez y a ofrecerle nuestros mejores dones, y recordándonos además que la verdadera realeza no aplasta, sino que libera y capacita para poder servir con dignidad.