El Papa invita a "un camino de conversión y reconciliación" durante la Cuaresma frente al "polvo tóxico" de las guerras o la exclusión

El cardenal Angelo De Donatis ha presidido en sustitución de Francisco la liturgia del Miércoles de Ceniza con la misa y procesión de la iglesia de San Anselmo a Santa Sabina de Roma: "El tiempo cuaresmal no quiere dejarnos con la cabeza gacha"

José Melero Campos

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El Papa Francisco ha reflexionado sobre la fragilidad humana y la esperanza cristiana en la homilía de este Miércoles de Cuaresma que ha pronunciado en su lugar el cardenal Angelo De Donatis debido al ingreso del Pontífice en el Hospital Gemelli de Roma. 

El Penitenciario Mayor ha presidido la Procesión Penitencial y la misa del Miércoles de Ceniza en la basílica de Santa Sabina. 

Antes de dar lectura al mensaje que había preparado Bergoglio para este Miércoles de Ceniza, De Donatis ha aseverado que "nos sentimos profundamente unidos a él (refiriéndose al Papa) en este momento y le agradecemos por el ofrecimiento de sus oraciones y su sufrimiento por el bien de la Iglesia y por el bien de todo el mundo".

En este sentido, Francisco ha recalcado que las cenizas nos recuerdan la condición efímera de la existencia: "Somos polvo, del polvo hemos sido creados y al polvo volveremos". Además, señaló que la fragilidad humana se hace evidente en situaciones como la enfermedad, la pobreza y el sufrimiento, y ha denunciado los conflictos que asolan el mundo.

"Hechos de cenizas y de tierra, palpamos la fragilidad en la experiencia de la enfermedad, en la pobreza, en el sufrimiento que a veces irrumpe de manera repentina sobre nosotros y sobre nuestras familias. Y también nos damos cuenta de que somos frágiles cuando nos descubrimos expuestos, en la vida política y social de nuestro tiempo, a polvos en suspensión que contaminan el mundo: la contraposición ideológica, la lógica de la prevaricación, el regreso de viejas ideologías identitarias que teorizan la exclusión del otro, la explotación de los recursos de la tierra, la violencia en todas sus formas y la guerra entre los pueblos". 

 

"Todo ello es como ‘polvo tóxico’ que enturbia el aire de nuestro planeta, impidiendo la coexistencia pacífica", ha advertido el obispo de Roma en la homilía pronunciada en su nombre por el cardenal Angelo De Donatis tras el acto litúrgico que se llevó a cabo con la tradicional procesión desde la iglesia de San Anselmo hasta Santa Sabina de Roma, con la presencia de cardenales, obispos y fieles.

"El tiempo cuaresmal no quiere dejarnos con la cabeza gacha"

No obstante, el Sucesor de Pedro ha subrayado que la Cuaresma no solo llama a la reflexión sobre la caducidad de la vida, sino que también invita a mirar con esperanza la Pascua: "El tiempo cuaresmal no quiere dejarnos con la cabeza gacha, sino que, al contrario, nos exhorta a levantar la cabeza hacia Aquel que resucita de las profundidades de la muerte", ha expresado.

En su mensaje para este Miércoles de Ceniza, Jorge Mario Bergoglio ha animado a los fieles a vivir este periodo hasta la Pascua como un camino de conversión y reconciliación, a través de la limosna, la oración y el ayuno. "Aprendamos del ayuno que no vivimos solamente para satisfacer nuestras necesidades, sino que tenemos hambre de amor y de verdad", ha puntualizado.

Al final de la homilía, el Papa Francisco ha reafirmado su confianza en Dios: "Desde que el Señor vino a las cenizas del mundo, la historia de la Tierra es la historia del Cielo. Dios y el hombre están ligados en un único destino".