El Vaticano reclama a Meloni acogida a los migrantes y muestra la intención del Papa de viajar a Moscú y Kiev

“El primer paso debe ser el alto el fuego”. Así de contundente se ha mostrado el Secretario del Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, preguntado por las negociaciones de paz en Ucrania. En declaraciones a los periodistas, Parolin ha destacado que el Papa Francisco mantiene su intención de visitar tanto Moscú como Kiev “ "porque cree que sólo se puede hacer un servicio a la paz si se encuentra con los dos presidentes (Putin y Zelensky).

De hecho, la Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, defendió al Vaticano como mediador de posibles conversaciones de paz entre ambos países en conflicto: "La Santa Sede es la más idónea para las negociaciones y cuenta con el apoyo de Italia", expresó la dirigente italiana en un acto en Roma al que también asistió el propio Parolin.

Precisamente el cardenal también ha hecho alusión al encuentro mantenido con Giorgia Meloni, donde el Secretario del Estado vaticano recalcó a la dirigente la necesidad de “pasar a una política más abierta, de acogida” con la población inmigrante frente a las políticas “de restricción”. Unas declaraciones que ha realizado horas después de que al menos 1.300 personas fueran rescatadas en las costas al sur de Italia en tres operaciones distintas, y tan solo dos semanas después de que 74 migrantes murieran cuando su embarcación chocó con las rocas cerca de la costa.

Relaciones con China y Alemania

Preguntado por los periodistas por el acuerdo entre la Santa Sede y China, Parolin lo ha calificado de “esperanza”, ya que ambas partes “quieren continuar con el diálogo”.

"Sólo pedimos que los católicos puedan ser católicos vinculados a la Iglesia universal", ha agregado el dirigente vaticano, para luego hacer referencia a la primera visita en muchos años que hará a Pekín el obispo de Hong Kong, Stephen Chow: “Es un gesto positivo, Hong Kong debe ser una Iglesia puente entre la China continental y la Iglesia universal", ha manifestado.

Por último, sobre el voto de los obispos alemanes en las conclusiones del proceso sinodal, por el que aprueban bendecir las parejas homosexuales. En este sentido, Parolin ha advertido que una iglesia local, "no puede tomar una decisión que implique la disciplina de la Iglesia universal".