¿Cumplen los gobernantes y empresas que fabrican las vacunas anticovid con las exigencias del Papa Francisco?
Pfizer o Moderna han aumentado sus beneficios en el último año gracias a las vacunas, que avanza en el mundo a dos velocidades: en África, su acceso sigue siendo muy limitado
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El proceso de vacunación contra la covid-19 continúa a dos velocidades, la correspondiente al primer mundo (América y Europa) y el resto del planeta. En el Continente africano, hasta la fecha tan solo el 12% de la población han recibido una dosis, mientras que tan solo 150 millones de ciudadanos goza de la pauta completa.
Una cifra que, como decimos, contrasta con las que arroja EEUU y los países de la UE, donde más del 70% de la población ya está inmunizada con las dos dosis. Además, algo más de la mitad de los ciudadanos europeos y americanos cuenta ya con la dosis de refuerzo.
Como decimos, el mundo navega a dos velocidades en todos los aspectos, incluido en la tasa de vacunación. África tan solo ha recibido a lo largo de este año 676 millones de dosis, dos tercios de las cuales gracias a la plataforma internacional creada para garantizar un acceso equitativo a estas vacunas, COVAX.
Las farmacéuticas desarrolladoras de vacunas obtienen ingresos multimillonarios
Mientras esto sucede, las grandes empresas que están desarrollando las vacunas para paliar los efectos de la covid-19 están obteniendo beneficios multimillonarios desde finales de 2020, cuando salieron al mercado las primeras remesas.
La empresa que lidera el ranking de beneficios es Pfizer, con 19.500 millones de dólares de beneficio. Más del doble respecto a los ingresos obtenidos por la farmacéutica en 2020, que no llegó a los 10.000 millones. También su facturación se duplicó pasando de 41.651 millones de dólares el ejercicio anterior a 81.288 millones de dólares en 2021.
Por su parte Moderna logró elevar sus beneficios hasta los 10.915 millones de dólares, gracias a las más de 800 millones de dosis repartidas de su vacuna. De cara a 2022, la farmacéutica estima que ingresará casi 19.000 millones de dólares por su antígeno, aunque esta cifra podría incrementarse si se firman nuevos acuerdos de compra.
Si nos referimos a AstraZeneca, la cifra de negocio ascendió a 37.000 millones de dólares (un 40% más que en 2020), y unos ingresos por la vacuna que rozaron los 4.0000 millones de euros.
Francisco pide a los poderes económicos y políticos un acceso universal a las vacunas
Que una empresa obtenga beneficios es lícito y deseable para el porvenir de la entidad y salvaguardar los puestos de trabajo, aunque el sistema económico actual está diseñado para que haya ricos y pobres. Entre estos últimos se encuentra la castigada población africana, que ahora ve como el acceso a las vacunas es una quimera.
Algo que va en contra de lo expresado a lo largo de este año por el Papa Francisco, quien ha ha reclamado a las autoridades públicas y poderes económicos un plan de vacunación equitativo y accesible para toda la población mundial, al ser determinante para superar la pandemia actual.
Sin ir más lejos, el pasado 10 de enero el Santo Padre pedía a la Organización Mundial de Comercio y la de Propiedad Intelectual adecuar los instrumentos jurídicos para que las reglas monopólicas no obstaculicen la producción y acceso universal a la vacuna contra la covid-19.
"Sería conveniente que instituciones como la Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual adecuen sus propios instrumentos jurídicos, para que las reglas monopólicas no constituyan ulteriores obstáculos a la producción y a un acceso organizado y coherente a los tratamientos a nivel mundial", manifestaba el Papa.
El obispo de Roma ha constatado en este tiempo "con dolor" que, en extensas zonas del mundo, "el acceso universal a la asistencia sanitaria sigue siendo un espejismo". "En un momento tan grave para toda la humanidad, reitero mi llamamiento para que los gobiernos y los entes privados implicados muestren sentido de responsabilidad, elaborando una respuesta coordinada a todos los niveles (local, nacional, regional y global), mediante nuevos modelos de solidaridad e instrumentos aptos para reforzar las capacidades de los países más necesitados".