Dos mujeres ucranianas piden al Papa que salve a sus maridos en Mariúpol: "Está haciendo todo lo que puede"
Kateryna y Yulya pudieron saludar al Santo Padre al término de la Audiencia General en la plaza de San Pedro y le detallaron las condiciones de vida de sus maridos en Ucrania
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El Papa Francisco saludó este miércoles a las esposas de dos oficiales del regimiento Azov, la unidad militar ucraniana cuyos combatientes están actualmente atrincherados en los túneles de la acería Azovstal en Mariupol bajo el ataque ruso, al final de la Audiencia General celebrada en la plaza de San Pedro.
En el momento en el que Francisco suele saludar a las autoridades presentes, también pudo intercambiar algunas palabras con estas dos mujeres, que se encuentran refugiadas en Italia y que hace unos días escribieron al Papa para contarle la situación de sus maridos.
"Muchos de nuestros militares están muertos y no pueden recibir una sepultura cristiana"
“Ni siquiera puedo explicar lo que sentía en ese momento. Estaba nerviosa, porque era un momento histórico, y esperamos juntos que pueda ayudar a salvar las vidas de nuestros maridos, de nuestros militares. Esperamos que esta reunión nos ayude a salvar sus vidas. Estamos agradecidos por las acciones del Papa y su delegación. Y nuestros soldados están listos para ser evacuados a un tercer país. Están listos para dejar sus armas en caso de ser evacuados a otro país", dijo una de las mujeres.
Katerina le dijo al Santo Padre que "700 de nuestros soldados heridos tienen gangrena, amputaciones, su carne está podrida. Muchos de ellos están muertos y no pueden recibir una sepultura cristiana. Le pedimos al Papa que nos ayude, que les ayude a utilizar los corredores humanitarios. Nos ha dicho que rezará por nosotros. Y está haciendo todo lo que puede”.
Hablan en nombre de todas las esposas y novias de los soldados
Explicaron que hablan en nombre de todas las esposas y novias de los soldados atrapados en la acería e incluso con algunas esposas cuyos maridos han muerto, que quieren enterrar a sus maridos
Las dos jóvenes pidieron a Francisco que viaje a Ucrania y que hable con el presidente ruso, Vladimir Putin, para pedirle que deje salir a sus maridos. "Dijo que rezaría por nosotros y asintió", añadieron. Prokopenk contó que anoche habló por última vez con su marido: "Me dijo que me ama, y yo le dije que también lo amo, y que haré todo lo que pueda para salvar su vida. Haremos cualquier cosa", dijo visiblemente emocionada.
Las condiciones de vida en los sótanos de la Azovstal
Relataron que las condiciones en los sótanos de la Azovstal son "terribles" porque no tienen comida, ni agua, ni medicinas y el último hospital fue bombardeado por soldados rusos. Yulya Fedosiuk explicó que su marido le escribió hace dos días, pidiéndole "que encontrara un artículo sobre cómo sobrevivir sin agua ni comida, si es posible" y agregó que "cada día mueren uno o dos soldados heridos".
"Quedan algunos civiles allí, porque son familiares de los militares. Tienen miedo de ser evacuados, porque temen que Rusia no les deje entrar en territorio ucraniano, porque muchos, cuando son evacuados, son llevados a campos de concentración. Así que, por supuesto, tienen miedo de ser torturados o asesinados por la Federación Rusa. Así que podrían morir allí, con nuestros soldados", denunció Fedosiuk, de 29 años.
El cautiverio en Rusia "no es una opción"
Ambas aseguraron que el cautiverio en Rusia "no es una opción" porque "serán torturados, asesinados". "Si nuestros maridos son evacuados, nos reuniremos con ellos en cualquier país. Pero queremos volver a casa. No queremos ser refugiadas. Queremos ayudar a reconstruir nuestro país", subrayaron las dos mujeres ucranianas que ahora irán a Alemania para seguir intentado movilizar ayuda para sus maridos y el resto de soldados.
En la ciudad costera ucraniana de Mariupol, en el mar de Azov, los rusos están bloqueando las unidades de Ucrania que resisten en el área de la acería de Azovstal, formadas por varios centenares de soldados, la mayoría de ellos vinculados al regimiento de Azov. En los últimos días se ha podido evacuar a algunos cientos de personas que se habían refugiado en la acería de los bombardeos continuos de los rusos que han arrasado esta ciudad.
Francisco no hizo hoy ningún llamamiento para la paz en Ucrania y sólo invitó de nuevo a rezar por la paz en el mundo. Y recordando el inicio de la peregrinación a la Virgen de Fátima en estos días, dijo: "Confiemos a la Virgen María el ardiente deseo de paz del mundo".