Eva Fernández, corresponsal de COPE en Italia, hace balance del primer día de la visita del Papa a Malta
En esta isla estratégica en el Mediterráneo, el Papa ha pedido que no desaparezca el sueño de la paz y que Europa sea corresponsable ante la emergencia migratoria
Roma - Publicado el - Actualizado
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Se dice que etimológicamente Malta significa "refugio" o "puerto hospitalario" y la primera jornada del Papa en Malta ha confirmado que es un país de acogida. Llevábamos mucho tiempo sin ver las calles abarrotadas al paso del Papa Francisco y, sobre todo, sin verle subido al Papamóvil. Ha sido una jornada en la que el Pontífice no ha dejado de poner sobre la mesa ninguno de los temas que tenía previstos. Con valentía y claridad. Ha hablado de migración, corrupción y la guerra de Ucrania.
Tras su discurso ante los líderes políticos, el Papa se ha asomado al balcón central del palacio para saludar a unos 2.000 jóvenes. Un nuevo gesto del Pontífice para subrayar su importante papel en la construcción del futuro. Hoy también Malta ha preparado el mejor de sus barcos para que el Papa disfrute de sus islas y durante el trayecto han sonado las campanas de las cerca de 350 iglesias del país.
En esta isla estratégica en el Mediterráneo, el Papa ha pedido que no desaparezca el sueño de la paz y que Europa sea corresponsable ante la emergencia migratoria. Por la tarde, en la isla de Gozo conocida entre sus habitantes por 'El Vaticano de Malta' por la cantidad de instituciones religiosas con las que trabajan, ha rezado ante la Virgen de los Milagros y les ha dejado un mensaje válido para todos: "es necesario regresar a la esencia del cristianismo. El amor de Dios, motor de nuestra alegría, que nos hace recoger los caminos del mundo acogiendo a todos".