El fondo creado por el Papa Francisco a causa de la covid-19 ayuda en Roma a más de 2.500 personas
El Pontífice invitó a las instituciones y a los ciudadanos a compartir en modo generoso lo que tienen a disposición en este tiempo extraordinario y lleno de necesidades"
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El Obispo auxiliar de la Diócesis de Roma, Mons. Benoni Ambarus, ilustró ayer, martes 3 de agosto, algunas de las cifras de los proyectos caritativos a favor de los más necesitados. Mons. Ambarus fue nombrado por el Papa Francisco como el delegado para la caridad de la Diócesis de Roma debido a que fue director de la Cáritas diocesana.
En la rueda de prensa organizada por el Vicariato de Roma, se presentó una evaluación cuantitativa de la ayuda que se ha prestado gracias al fondo “Jesús Divino Trabajador” que fue instituído por el Santo Padre en junio de 2020 para “apoyar a quienes han sido más golpeados por la crisis económica ocasionada por la pandemia de la covid-19”.
El objetivo del fondo: resaltar la dignidad del trabajo
Tal fondo fue instituido por el Pontífice, y en una misiva con fecha del 8 de junio de 2020, el Papa describió los motivos de la creación de dicho fondo que contó con la donación inicial de un millón de euros a Cáritas Roma. “He decidido instituir en la Diócesis el fondo ‘Jesús divino trabajador’ para resaltar la dignidad del trabajo, con una financiación inicial de un millón de euros”, escribió el Santo Padre en la carta en la cual exhortó a todos a contribuir con generosidad y solidaridad a los de “la puerta de al lado”.
Este fondo “quiere ser un signo capaz de llamar a todas las personas de buena voluntad a ofrecer un gesto concreto de inclusión sobre todo hacia aquellos que buscan consuelo, esperanza y reconocimiento de sus propios derechos”, indicó el Papa.
"Una alianza a favor de Roma"
“Mi pensamiento se dirige a la gran fila de trabajadores a jornada y ocasionales, a aquellos con contrato no renovado, a aquellos pagados por hora, a los becarios, a los empleados domésticos, a los pequeños empresarios, a los trabajadores autónomos, especialmente a aquellos de los sectores más golpeados… Muchos son padres y madres de familia que con cansancio luchan para poder poner la mesa para sus hijos y garantizarles lo mínimo necesario”, afirmó el Santo Padre.
Por ello, el Papa Francisco dijo que “me gusta pensar que puede transformarse en la ocasión de una verdadera alianza a favor de Roma en la que cada uno, por su parte, se sienta protagonista del renacimiento de nuestra comunidad después de la crisis”. Añadió que “la Iglesia en nuestra ciudad está presente y acompaña con su caridad a los débiles, y está lista para colaborar con las instituciones ciudadanas y con todas las realidades sociales y económicas”.
"En este momento no basta compartir solamente lo superficial"
En este sentido, el Pontífice invitó a “las instituciones y a los ciudadanos a compartir en modo generoso lo que tienen a disposición en este tiempo extraordinario y lleno de necesidades”. “Me dirijo al buen corazón de todos los romanos exhortándolos a considerar que en este momento no basta compartir solamente lo superficial”. También animó a los sacerdotes de la Diócesis “a ser los primeros en contribuir en este fondo”, y a promover con entusiasmo la generosidad de las personas de sus comunidades.
“La gracia de partir cada día el pan de la Eucaristía nos impulsa a ‘hacer lo mismo’ con nuestros hermanos y hermanas”, pidió el Pontífice quien impartió su bendición e invocó a María, Salus Populi Romani, patrona de Roma, “fuerza, consolación y protección” para todos. Después de la donación del Papa de un millón de euros, la región italiana Lacio y el ayuntamiento de Roma “contribuyeron al fondo con 500 mil euros y otras empresas y ciudadanos particulares aportaron 201,000 en donaciones”, indicó la Diócesis de Roma.
Más de 2.500 personas ayudadas
En concreto, según las cifras oficiales, gracias al fondo del Papa en la Cáritas de Roma se realizó el proyecto “Alianza para Roma”, en el que se apoyó a más de 2.500 personas” y “se han presentado 920 solicitudes”. Además, se han propuesto “tres tipos de medidas: subsidios, ayudas a la renta e inserción laboral”. Asimismo, este fondo contó con la participación de 400 voluntarios en 75 centros territoriales de “escucha” en toda Roma. Por su parte, el nuevo Obispo Auxiliar de Roma, conocido como “don Ben”, explicó que este proyecto quiso “ser un signo, portador de una profecía y de un testimonio” y añadió que este año actuó con la conciencia del valor de los “cinco panes y dos peces”.
“Estamos contentos y orgullosos de poder relatar cómo conseguimos experimentar el milagro de la multiplicación. Las comunidades se hicieron más conscientes de lo que ocurría y, al conocer a las personas, a las familias, ofrecieron no solo recursos económicos o caminos hacia el trabajo, sino también compañía, relaciones, acompañamiento. Todos fuimos más conscientes de que juntos podemos hacer mucho, que con un poco podemos hacer mucho”, indicó Mons. Ambarus.