Francisco pide a María nos lleve a Cristo Rey y reza para que no vuelva a haber tragedias como Holomodor

Miles de peregrinos han acudido esta mediodía a la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus con Francisco.

Papa Francisco con vista de abeto

Redacción Religión

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En esta Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo el Santo Padre ha reflexionado sobre el Pasaje del Evangelio según San Juan que se proclama hoy en las Misas. En él se presenta el momento del interrogatorio de Pilato a Cristo donde el Señor le dice que su Reino no es de este mundo. El Pontífice explicó que la Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo, “se sitúa al final del año litúrgico”, y nos recuerda que “la vida de la creación no avanza por casualidad, sino que procede hacia una meta final: la manifestación definitiva de Cristo, Señor de la historia y de toda la creación”. El final de la historia –dijo el Santo Padre - será su reino eterno.

«El pasaje evangélico de hoy nos habla de este reino, el reino de Cristo, el reino de Jesús, narrando la situación humillante en la que se encontraba Jesús después de haber sido arrestado en Getsemaní: atado, insultado, acusado y llevado ante las autoridades de Jerusalén. Y luego es presentado al procurador romano como uno que atenta al poder político, para convertirse en el rey de los judíos. Pilato entonces indaga y en un dramático interrogatorio le pregunta dos veces si Él es un rey».

Lee aquí la reflexión de Francisco en el Ángelus

En el final de su catequesis el Obispo de Roma oró para que la Virgen María “nos ayude a recibir a Jesús como rey de nuestra vida y a difundir su reino, dando testimonio a la verdad que es el amor”.

La terrible carestía inducida por el régimen sovietico que azotara Ucrania en el siglo pasado estuvo en el corazón del Papa en sus palabras después de la oración mariana. "Nunca más tragedias como esta", pidió el Pontífice

«Queridos hermanos y hermanas, ayer Ucrania ha conmemorado el aniversario del Holodomor, la terrible carestía provocada por el régimen soviético que causó millones de víctimas. La imagen es dolorosa. La herida del pasado sea un llamamiento para todos a fin de que semejantes tragedias no se repitan nunca más. Oremos por este querido país y por la paz tan deseada».

Para finalizar, y tras saludar a todos los rpesentes, el Pontífice deseó un feliz domingo, felicitándolos por la valentía de concurrir a pesar de lluvia, y pidió, como de costumbre, que no nos olvidemos de rezar por él. “¡Buen almuerzo y hasta pronto!”, concluyó

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