Francisco traslada a los obispos brasileños su disposición de "vivir mi misión hasta que Dios me lo permita"

El Papa Francisco ha confesado a algunos obispos brasileños que no tiene intención de renunciar y aboga por continuar viviendo su misión “hasta que Dios se lo permita”.

Así lo ha manifestado el arzobispo de Porto Velho, Roque Paloschi, quien aseguró en el portal de noticias del Vaticano que Francisco le dijo "que tiene muchos desafíos, pero que no se le pasa por la cabeza lo que sale en la prensa (en referencia a su posible renuncia)", cuando se afrontó el tema de su salud durante la reunión este lunes con el grupo de obispos brasileños en visita 'ad limina', que se tiene que realizar cada cinco años al Vaticano.

"Quiero vivir mi misión hasta que Dios me lo permita", dijo el Papa, según Paloschi, mientras que Lúcio Nicoletto, administrador diocesano de Roraima, agregó que vieron a Francisco con su "fragilidad" pero “también con una fuerza muy grande".

En esta reunión de los 17 obispos de la Regional Norte, Francisco los animó a actuar “sin miedo a enfrentar los desafíos que nos presenta el momento actual" y "a denunciar todo lo que pisotea en pie los derechos fundamentales de las poblaciones indígenas y el cuidado de la casa común".

Francisco presidirá la Misa en la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, el 29 de junio

Pese a los problemas de salud del Santo Padre, presidirá la Misa en la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo el próximo miércoles 29 de junio, a partir de las 9:30h en la basílica de San Pedro en la que bendecirá los palios arzobispales.

Se trata de un ornamento de lana blanca con forma de faja circular que carga sobre los hombros, de la cual penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares con cruces negras o rojas de seda.

Según ha informado la oficina de prensa de la Santa Sede, los palios, tras ser bendecidos por el obispo de Roma, serán impuestos a los nuevos arzobispos metropolitanos como signo de comunión con el Papa.

En 2015, el Papa Francisco decidió modificar la celebración de la entrega de los palios a los nuevos arzobispos metropolitanos, dejando de imponer esta insignia en el Vaticano, tarea que ahora se encomienda a los nuncios apostólicos sin necesidad de que los arzobispos se desplacen.

Los palios --que incluyen seis cruces de seda negra y están hechos con la lana de dos corderos blancos-- simbolizan al Buen Pastor, que lleva al cordero sobre sus hombros hasta dar su propia vida por el rebaño, como recuerdan las cruces negras bordadas.