Las claves de la conversación entre el Papa y el Patriarca Kirill: "La Iglesia utilice el lenguaje de Jesús"
Por primera vez desde el inicio de la guerra en Ucrania hubo contacto entre el Santo Padre y el patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia
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Este miércoles el Papa Francisco tuvo una importante conversación con el Patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, sobre la situación en Ucrania y, en concreto, sobre las condiciones humanitarias de la población y el avance de las negociaciones entre las delegaciones de ambos países para lograr un alto el fuego.
Pero, ¿cuáles han sido los matices más importantes de esta conversación? La corresponsal de Cope en Roma, Eva Fernández, lo ha conseguido resumir perfectamente en dos frases.
“Los cristianos no pueden hablar ni de guerra justa ni de guerra santa ni se debe utilizar el lenguaje de la política, sino el de Jesús”, este es el primer aspecto fundamental. Y el siguiente, quizás todavía más importante, es que “quien paga la factura de la guerra es el pueblo”.
El Papa quiso agradecer el encuentro al jefe de la Iglesia ortodoxa, “motivado por el deseo de indicar, como pastor de su pueblo, un camino hacia la paz, para rezar por el don de la paz y por el cese del fuego”, dijo el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni .
La Iglesia – expresaron el Papa y el Patriarca – no debe utilizar el lenguaje de la política, sino el de Jesús: “Somos pastores de un mismo pueblo santo que cree en Dios, en la Santísima Trinidad, en la Santa Madre de Dios: por eso debemos unirnos en el esfuerzo de ayudar a la paz, de ayudar a los que sufren, de buscar los caminos de la paz, de detener el fuego”.
Francisco también destacó la excepcional importancia del proceso de negociación en curso: “Quien paga la factura de la guerra es el pueblo, son los soldados rusos y la gente que está siendo bombardeada y muriendo”.
"Como pastores, tenemos el deber de estar cerca y ayudar a todas las personas que sufren la guerra. Hubo un tiempo en que nuestras iglesias todavía hablaban de una guerra santa o de una guerra justa. Hoy en día, ya no podemos hablar de esta manera. Se ha desarrollado una conciencia cristiana de la importancia de la paz", añadió.
"Las iglesias están llamadas a contribuir al fortalecimiento de la paz y la justicia", coincidió Francisco con Kirill, antes de concluir su discurso diciendo:
"Las guerras son siempre injustas. Porque es el pueblo de Dios el que paga. Nuestros corazones sólo pueden llorar por los niños, por las mujeres asesinadas, por todas las víctimas de la guerra. La guerra nunca es la solución. El Espíritu que nos une nos pide, como pastores, que ayudemos a las personas que sufren a causa de la guerra".