El Papa abre un ciclo de catequesis sobre la pasión por la evangelización, "dimensión vital para la Iglesia"
Durante la Audiencia General de este miércoles, el Santo Padre ha subrayado que el anuncio empieza "testimoniando cada día la belleza del Amor que nos ha mirado y nos ha levantado"
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El Papa Francisco ha empezado este miércoles, 11 de enero, un nuevo ciclo de catequesis dedicado a un “tema urgente y decisivo para la vida cristiana”: la pasión por la evangelización, el “celo apostólico”.
“Se trata de una dimensión vital para la Iglesia: la comunidad de los discípulos de Jesús de hecho nace apostólica, misionera. El Espíritu Santo la plasma en salida, para que no se doble sobre sí misma, sino que sea extrovertida, testigo contagiosa de Jesús, llegando a irradiar su luz hasta los confines de la tierra”, ha afirmado el Papa al principio de la Audiencia General.
"Cuando la vida cristiana pierde de vista el horizonte del anuncio, se enferma"
Sin embargo, puede suceder que este “ardor apostólico” disminuya y a veces parece “eclipsarse”: “Cuando la vida cristiana pierde de vista el horizonte del anuncio, se enferma: se cierra en si misma, se vuelve autorreferencial, se atrofia”. Para el Santo Padre, “la misión es el oxígeno de la vida cristiana: la tonifica y la purifica”.
La catequesis de este miércoles se ha centrado en la figura del apóstol Mateo y su llamada a evangelizar. Mateo era un recaudador de impuestos de parte del Imperio Romano que ocupaba Palestina: “Podemos imaginar el desprecio que la gente sentía por él: era un “publicano”. Pero, a los ojos de Jesús, Mateo es un hombre, con sus miserias y su grandeza. Y mientras entre Mateo y su gente hay distancia, Jesús se acerca a él, porque todo hombre es amado por Dios. Esta mirada, que ve al otro, sea quien sea, como un destinatario de amor, es el inicio de la pasión evangelizadora”.
"¿Cómo es nuestra mirada hacia los otros?"
Y así el Papa ha preguntado a los fieles que estaban presentes en el Aula Pablo VI: “¿Cómo es nuestra mirada hacia los otros? ¡Cuántas veces vemos los defectos y no las necesidades; cuántas veces etiquetamos a las personas por lo que hacen o piensan! También como cristianos nos decimos: ¿es de los nuestros o no es de los nuestros? Esta no es la mirada de Jesús: Él mira siempre a cada uno con misericordia y predilección”.
Todo empieza entonces por la mirada de Jesús y a esto le sigue un segundo paso, “un movimiento”: “Mateo estaba sentado en el despacho de los impuestos; Jesús le dijo: «Sígueme». Y él «se levantó y le siguió». Notamos que el texto subraya que “se levantó”. ¿Por qué es tan importante este detalle? Porque en esa época quien estaba sentado tenía autoridad sobre los otros, que estaban de pie delante de él para escucharlo o, como en ese caso, para pagar el tributo. Quien estaba sentado, en resumen, tenía poder”.
"¿Estamos sentados esperando que la gente venga o sabemos levantarnos?"
Lo primero que hace Jesús entonces con Mateo es separarle del poder, del estar sentado le pone en movimiento hacia los otros, le hace dejar una posición de supremacía y lo pone a la par con los hermanos y “abrirle los horizontes del servicio”. “Nosotros discípulos de Jesús, nosotros Iglesia, ¿estamos sentados esperando que la gente venga o sabemos levantarnos, ponernos en camino con los otros, buscar a los otros?”, ha preguntado el Santo Padre.
Tras la mirada y el movimiento, finalmente, una meta: “Podríamos imaginar que, cambiada la vida de ese hombre, el Maestro le conduzca hacia nuevos encuentros, nuevas experiencias espirituales. No, o al menos no enseguida [...] Su celo apostólico no empieza en un lugar nuevo, puro e ideal, sino ahí donde vive, con la gente que conoce”.
Y este último es el mensaje que ha dejado el Papa en la Audiencia General de este miércoles, donde ha empezado un nuevo ciclo de catequesis: “No debemos esperar ser perfectos y tener hecho un largo camino detrás de Jesús para testimoniarlo; nuestro anuncio empieza hoy, ahí donde vivimos. Y no empieza tratando de convencer a los otros, sino testimoniando cada día la belleza del Amor que nos ha mirado y nos ha levantado”.
Al final de la catequesis, el Papa ha recordado las palabras del Papa Benedicto XVI en la homilía en la misa inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida en el año 2007: “La Iglesia no hace proselitismo. Crece mucho más por atracción”.