El Papa, en la Audiencia: "Es importante, para quien sigue al Señor, no dejarse guiar por la desolación"

En la catequesis, Francisco ha remarcado que todos hemos experimentado la desolación: "El problema es cómo poder leerla, porque esta también tiene algo que decirnos"

El Papa, en la Audiencia: "Es importante, para quien sigue al Señor, no dejarse guiar por la desolación"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El Papa Francisco ha continuado este miércoles las catequesis relacionadas al tema del discernimiento. Durante la Audiencia General ha remarcado que el discernimiento “no es principalmente un procedimiento lógico, sino que se centra en las acciones, y las acciones tienen una connotación afectiva, que debe ser reconocida, porque Dios habla al corazón”.

El Papa ha reflexionado entonces sobre la primera modalidad afectiva, objeto de discernimiento: “la desolación”. Según Francisco, “todos nosotros de alguna manera hemos experimentado la desolación. El problema es cómo poder leerla, porque también esta tiene algo importante que decirnos, y si tenemos prisa en liberarnos de ella, corremos el riesgo de perderla

El Obispo de Roma ha afirmado, durante la Audiencia General, que “todos quisiéramos una vida siempre alegre, feliz y satisfecha. Pero esto, además de no ser posible, tampoco sería bueno para nosotros”. De hecho, “el cambio de una vida orientada al vicio puede empezar por una situación de tristeza, de remordimiento por lo que se ha hecho”.

Francisco ha pedido a los fieles presentes en la Plaza San Pedro “aprender a leer la tristeza”: “En nuestro tiempo, está considerada mayoritariamente de forma negativa, como un mal del que huir a toda costa, y sin embargo puede ser una campana de alarma indispensable para la vida, invitándonos a explorar paisajes más ricos y fértiles que la fugacidad y la evasión no consienten”.

Para el Papa, la tristeza “es indispensable para nuestra salud, nos protege para que no nos hagamos mal a nosotros mismos y a los otros. Sería mucho más grave y peligroso no tener este sentimiento”. “Es importante, para quien quiere servir al Señor, no dejarse guiar por la desolación”, ha subrayado Francisco.

“Lamentablemente, algunos deciden abandonar la vida de oración, o la elección emprendida, el matrimonio o la vida religiosa, empujados por la desolación, sin pararse antes a leer este estado de ánimo, y sobre todo sin la ayuda de una guía. Una regla sabia dice no hacer cambios cuando se está desolado. Será el tiempo sucesivo, más que el humor del momento, el que muestra la bondad o no de nuestras elecciones”.

Francisco ha recordado como también a Jesús “las situaciones de prueba le llegan desde varias partes, pero siempre, encontrando en Él esta firmeza, decidida a cumplir la voluntad del Padre, disminuyen y cesan de obstaculizar el camino”.

Según el Papa, “si sabemos atravesar soledad y desolación con apertura y conciencia, podemos salir reforzados bajo el aspecto humano y espiritual. Ninguna prueba está fuera de nuestro alcance”.