El Papa Francisco advierte que los cristianos en Tierra Santa "están amenazados": "Os aseguro mis oraciones"

El Papa Francisco ha recibido este jueves en el Vaticano a los participantes del Capítulo General de los agustinos de la Asunción y les ha recordado los ámbitos en los que se expresa su carisma: el apostolado de las peregrinaciones, el compromiso con los medios de comunicación y la misión en Oriente.

La cercanía del Pontífice se ha dirigido también a la presencia de la Orden en Tierra Santa, "donde la condición de los cristianos está amenazada".

“Os animo a proseguir esta misión, en Oriente Medio, donde el futuro de los cristianos está amenazado, y en Europa del Este, donde la guerra en Ucrania pone en peligro el equilibrio civil y religioso de la región. También quiero expresarle la gratitud de la Santa Sede por su fiel compromiso con la pequeña Iglesia católica de rito bizantino de Bulgaria, que cuenta con usted. Vuestra larga experiencia de diálogo con la ortodoxia, así como con el islam y el judaísmo, es preciosa para la Iglesia; que os haga, hoy más que nunca, artífices de unidad y de comunión al servicio de la paz”, ha asegurado el Papa.

Francisco ha abordado también la cuestión de la disminución de las vocaciones, que no parece invertir mucho en los que se acercan a esta Orden: “Os aseguro mis oraciones y mi confianza en que sabréis invertir en ella las mejores fuerzas, especialmente las de los países del Sur del mundo que, en vuestro Instituto como en muchos otros, están tomando el relevo de los recursos del Norte, ahora en declive”.

El Papa ha recordado la enseñanza del fundador de la Orden, el Venerable Manuel d'Alzon, y ha infundido el impulso para avanzar por los caminos ya trazados con renovado vigor: “Debemos ser valientes. Pero, ¿no es el Reino de Dios en sí mismo una irrupción radical de novedad para nuestra humanidad? Es eso. Valientes. Para responder a este desafío, no tengas miedo de cultivar en vosotros y a vuestro alrededor el "triple amor" que os enseñó el Padre d'Alzon: amar a Cristo, amar a la Virgen María y amar a la Iglesia”.