Francisco bendice a un matrimonio de más de 70 años: “Una complicidad incólume al paso del tiempo”

Durante la Audiencia General de este miércoles el Papa Francisco ha recibido a Enzo Bellelli y Zea Daolio, un matrimonio que ha recibido la bendición del Santo Padre por su 70 aniversario de boda. La pareja es natural de Rio Saliceto, una pequeña localidad de la provincia italiana de Reggio Emilia.

Tal y como indica a L'Osservatore Romano su hija Afra, “mis padres han recibido un regalo precioso, están tan entusiasmados y emocionados que no pueden hablar de otra cosa. Todas las noches siguen jugando a las cartas hasta tarde", confiesa. Habla de una complicidad incólume al paso del tiempo y de lo importante que es su entendimiento.

Ambos han vivido y trabajado siempre en la zona de Reggio. Enzo primero como aparcero, luego en una fábrica y de nuevo como albañil. Mientras Zea, en casa, confeccionando ropa. Tienen otra hija, Loretta, dos nietos y nada menos que dos bisnietos. Al Pontífice, Enzo le confió que, aunque en 70 años uno no pueda llevarse siempre bien, “volvería a casarme con Zea cualquier día”. Al final de la Audiencia, participaron también en la "Misa del Peregrino" en la Basílica Vaticana.

Recuerdo a Benedicto XVI en la Audiencia General

Además, en la Audiencia de hoy el Papa Francisco ha empezado un nuevo ciclo de catequesis sobre la pasión de la evangelización,

, fallecido el pasado 31 de diciembre.

Casi al final de la catequesis, Francisco recordó una de las célebres frases de Joseph Ratzinger: “

(Homilía de la Misa de Inauguración de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida, 13 de mayo de 2007).