El Papa Francisco dirige un mensaje de unidad a la Iglesia de Venezuela: "Siempre hay posibilidad de unirse"
Los obispos y sacerdotes de Venezuela se encuentran reunidos en un encuentro virtual con el fin de compartir sus experiencias sacerdotales en medio de la pandemia
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El Papa Francisco ha transmitido un mensaje de esperanza a la Iglesia de Venezuela, que trabaja de manera incansable por paliar la situación de pobreza y exclusión que viven cientos de miles de familias en el país latino. A través de un video mensaje dirigido a los obispos y sacerdotes de Venezuela, reunidos en un encuentro virtual con el fin de compartir sus experiencias sacerdotales en medio de la pandemia, Francisco agradeció a todos por su misión pastoral animándolos a seguir trabajando unidos, "sin fracturarse", y sin perder de vista dos principios fundamentales que garantizan el crecimiento de la Iglesia: "el amor al prójimo y el servicio de los unos a los otros".
Durante el vídeo, el Pontífice ha agradecido a Dios la oportunidad de poder compartir con todos, "en espíritu de fraternidad ministerial", sus experiencias sacerdotales, "sus cansancios, sus incertidumbres, como también sus anhelos y su convicción de llevar adelante la obra de la Iglesia, que es la obra del Señor".
Asimismo, el Santo Padre cita el pasaje del Evangelio de Marcos (cf. Mc 6,30-31), que relata cómo los apóstoles al regresar de la misión a la que Jesús los había enviado, volvieron a reunirse con Él: "Le contaron todo lo que habían hecho, todo lo que habían enseñado. Luego, Jesús los invitó a irse, solos con Él, a un lugar desierto a descansar un poco".
En este contexto, el Pontífice señala que el ser Pastores de la Iglesia en el contexto actual, también pide a los sacerdotes actuar de esta manera fraterna, es decir compartiendo siempre los acontecimientos vividos.
“No podemos actuar solos, aislados, autosuficientes, con agendas encubiertas. Es indispensable que volvamos siempre a Jesús, que nos reunamos en fraternidad sacramental, para contarle y contarnos entre nosotros «todo los que hemos hecho y enseñado», con la convicción de que no es obra nuestra sino de Dios. Él es quien nos salva, nosotros sólo somos instrumentos en sus manos”.
Por otra parte, Francisco recuerda que esta asamblea organizada por el Episcopado de Venezuela de manera virtual a causa de la pandemia del Covid-19, "tiene como objetivo permitir el encuentro de quienes han recibido la misión de testimoniar y extender la paternidad del Señor en el pueblo santo fiel de Dios" e indica a sus participantes "dos principios que nunca se deberían perder de vista, y que garantizan el crecimiento de la Iglesia si nosotros somos fieles: el amor al prójimo y el servicio de los unos a los otros".
Para el Papa, se trata de dos principios "anclados en las dos instituciones que Jesús lleva a cabo en la Última Cena", y que son el fundamento, por decirlo de algún modo, de su mensaje: "La Eucaristía, para enseñar el amor, y el lavatorio de pies, para enseñar el servicio. Amor y servicio juntos, sino, no va", añade Francisco.
Igualmente, en su mensaje, el Obispo de Roma hace hincapié en que el Señor quiere que seamos especialistas en la tarea de amar a los demás, "siendo capaces de mostrarles en la sencillez de pequeños gestos cotidianos de cariño y atención, la caricia de la ternura divina".
“Nos quiere también servidores de nuestros hermanos, pero servidores humildes, porque es Jesús quien nos envía y nos recuerda que el siervo no es más grande que su Señor, ni el enviado es más grande de quien lo ha mandado. Hay que reavivar en la vida el deseo de imitar al Buen Pastor, y aprender a ser «siervos» de todos, particularmente de los hermanos y hermanas menos afortunados y tantas veces descartados, y que en este tiempo de crisis, ellos se sientan acompañados, sostenidos, y amados”
En el video mensaje, el Papa invita a sus hermanos sacerdotes y obispos de Venezuela a seguir adelante, "trabajando con gozo y decisión, en su labor pastoral, renovando el don de sí mismos al Señor y a su pueblo santo" y les agradece "el testimonio de amor y de servicio a los hermanos y hermanas venezolanos", manifestado en su atención a los enfermos, a quienes han llevado la fuerza de la palabra de Dios y la Eucaristía; "expresadas en su acompañamiento al personal médico, paramédico y voluntarios que asisten a los pacientes en esta pandemia; en su diligencia por socorrer a los pobres y excluidos, por aquellos que carecen de lo necesario para sobrevivir y salir adelante dignamente".
"Gracias, gracias por todo esto", reitera Francisco renovando con gratitud su cercanía y oración con todos ellos, "que llevan adelante la misión de la Iglesia en Venezuela, en el anuncio del Evangelio y en las numerosas iniciativas de caridad hacia los hermanos extremados por causa de la pobreza y la crisis sanitaria".
"A todos los encomiendo a la intercesión intención de Nuestra Señora de Coromoto y de san José", finaliza el Santo Padre invocando a Dios la bendición para todos: "Que el Señor bendiga y acompañe el trabajo de ustedes, el corazón de ustedes, las manos de ustedes, las rodillas de ustedes cuando rezan. Bendiga y acompañe las ilusiones de ustedes, los buenos deseos y, sobre todo, bendiga y acompañe la unidad de ustedes. No se fracturen hermanos. No se fracturen. Siempre hay una posibilidad de unirse. Como siempre hay una posibilidad de aislarse y crear una actitud del corazón sectaria, fuera de la unidad de la Iglesia", concluyó.