El Papa Francisco, preocupado por los conflictos armados que aumentan en el Norte de África

El Papa Francisco ha mostrado en el ángelus de este domingo, 20 de agosto, su preocupación por la situación que se vive en Níger, donde la inestabilidad marca el día a día en el país africano. Por ello, el Santo Padre se ha unido al llamamiento de los obispos, por el que piden “paz y estabilidad” en la zona.

Y es que el golpe de Estado a comienzos de agosto en Níger ha agravado la situación de inestabilidad e inseguridad en la convulsa región del Sahel, corriendo el riesgo de debilitar su democracia. El peor escenario puede conducir a un conflicto armado regional de consecuencias incalculables, según expertos internacionales. Además de afectar al suministro de materias primas, como el uranio, lo sucedido en Níger evidencia el fracaso de la estrategia occidental en la franja saheliana, golpeada por el yihadismo, y abre otra puerta a la penetración de Rusia en el continente.

De ahí la preocupación del Pontífice este domingo por este conflicto en El Sahel, motivo por el que reza con el fin de que de que se aúnen esfuerzos en “la comunidad internacional para encontrar una solución pacífica por el bien de todos”, y que por el momento no parece estar cerca.

Asímismo, el Papa Francisco también ha pedido oraciones por el pueblo de Nigeria, un país “herido por la guerra y la violencia” y, como es habitual, ha recordado a Ucrania, cuyos efectos de la invasión rusa provoca sufrimiento en su población cuando ya se ha cumplido un año y medio desde que estallara la guerra en el Este europeo.