El vuelo del Papa Francisco aterriza en Roma: fin a un viaje histórico en Mongolia

A las 16h, el vuelo del Pontífice ha aterrizado en el Aeropuerto Leonardo da Vinci de la capital italiana después de tres días muy intensos en el país asiático

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

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Después de tres días recorriendo Mongolia, Francisco ha puesto fin a su 43º Viaje Apostólico para la historia tras haberse convertido en el primer Papa en pisar este suelo.

En un país de mayoría budista y musulmana, el pontífice ha tenido encuentros con las autoridades civiles y religiosas del país con el objetivo fortalecer e impulsar a la pequeña, pero vigorosa comunidad católica, fruto de décadas de trabajo misionero. A eso de las 05:00 horas de España, el Santo Padre ponía rumbo de vuelta a Roma desde el aeropuerto Gengis Khan de Ulán Bator.

En ese encuentro con las autoridades políticas, civiles y diplomáticas, uno de los temas que ha tocado el Papa fue el del cuidado de la creación: "Lo que para nosotros cristianos es la creación, es decir, el fruto de un benévolo designio de Dios, ustedes nos ayudan a reconocer y a promover con delicadeza y atención". También destacó el "papel significativo en el corazón del gran continente asiático y en el escenario internacional" que desempeña Mongolia. El Papa ha pedido que "pasen las nubes oscuras de la guerra, que se disipen por la firme voluntad de una fraternidad universal".

En cuanto a las autoridades eclesiásticas católicas, dio las gracias por "gastar la vida por el Evangelio": "Es una bella definición de la vocación misionera del cristiano, y en particular del modo en el que los cristianos viven esa vocación aquí". Sin embargo, el Santo Padre ha ido más allá y les ha pedido volver "una y otra vez a aquella primera mirada de la que surgió todo" porque se corre el riesgo de quedarse en una "estéril prestación de servicios, en un sucederse de tareas que se deben hacer, pero que terminan por no trasmitir nada más que cansancio y frustración".

El resto del viaje

Ante el resto de religiones, Bergoglio ha subrayado que "si quien tiene la responsabilidad de las naciones eligiera el camino del encuentro y del diálogo con los demás, contribuiría de manera determinante a poner fin a los conflictos que siguen causando sufrimiento a tantos pueblos". Francisco ha pedido a los representantes "que no haya ninguna confusión entre credo y violencia, entre sacralidad e imposición, entre camino religioso y sectarismo": "Que la memoria de los sufrimientos padecidos en el pasado nos dé la fuerza para transformar las heridas sombrías en fuentes de luz".

Ya en la misa de Ulán Bator, Francisco ha recordado que todos somos "nómadas de Dios, peregrinos en búsqueda de la felicidad, caminantes sedientos de amor": "La Palabra siempre nos lleva a lo esencial de la fe: dejarnos amar por Dios para hacer de nuestra vida una ofrenda de amor. Porque sólo el amor apaga verdaderamente nuestra sed". "Acabando la homilía, el Obispo de Roma ha subrayado que el mejor camino de todos es "abrazar la cruz de Cristo".

Por último, el Papa Francisco ha terminado su histórico viaje por Mongolia inaugurando la primera Casa de la Misericordia de Ulán Bator.

Allí, Francisco les dedicó su "más sentidas gracias" a todos los voluntarios y misioneros, por poner "al servicio de la sociedad mongola sus conocimientos, su experiencia, sus recursos y sobre todo su amor". Precisamente, tuvo un encuentro con algunos de estos a los que instó a hacer el bien para "buscar lo que es mejor para el otro", no "comprometerse sólo a cambio de una remuneración".

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