El Papa no olvida al pueblo libio y pide rezar por el sufrimiento de los migrantes: "Oigo sus gritos"
El Santo Padre ha reclamado a la comunidad internacional soluciones duraderas que den "prioridad al rescate de vidas humanas en el mar"
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El Papa ha instado a poner fin a "la devolución de migrantes a países no seguros" como Libia, al tiempo que ha reclamado a la comunidad internacional soluciones duraderas que den "prioridad al rescate de vidas humanas en el mar, con dispositivos de salvamento y desembarco previstos" y que garanticen las condiciones de vida "dignas" para estas personas.
"Necesitamos poner fin a la devolución de migrantes a países no seguros y dar prioridad al rescate de vidas humanas en el mar, con dispositivos de salvamento y desembarco previstos, garantizar sus condiciones de vida dignas, alternativas a la detención, recorridos regulares de migrantes y solicitudes de asilo", ha manifestado el pontífice tras el rezo del ángelus de este domingo.
Así ha instado "una vez más" a la comunidad internacional a mantener "las promesas para encontrar soluciones comunes, concretas y duraderas a la gestión de flujos migratorios en Libia y en el Mediterráneo".
"Expreso mi cercanía a los miles de migrantes, refugiados y otros necesitados de protección en Libia. No los olvido jamás. Siento sus gritos y rezo por ustedes", ha señalado el Papa.
"Están expuestos a una violencia inhumana y pido a la comunidad internacional que ofrezca soluciones para la gestión de los flujos migratorios en todo el Mediterráneo... cuánto sufren aquellos que son mandados de vuelta", lamentado el Papa acerca de las devoluciones de inmigrantes a países no seguros y en muchas ocasiones sin permitirles que cursen una solicitud de asilo.
Además, el Papa Francisco dedicó unas palabras especiales a dos nuevas beatas de Italia: "Ayer fue beatificada en Brescia Sor Lucía de la Inmaculada, religiosa de las Siervas de la Caridad", dijo el Santo Padre describiendo a la religiosa como "una mujer gentil y acogedora, que murió en 1954 a la edad de 45 años, tras una vida dedicada al servicio de los demás, incluso cuando la enfermedad había debilitado su cuerpo pero no su espíritu".
"Y hoy - continuó el Pontífice- será beatificada en Rimini Sandra Sabattini, estudiante de medicina que murió en un accidente de coche a los 22 años: joven alegre, animada por una gran caridad y por la oración diaria, se dedicó con entusiasmo al servicio de los más débiles siguiendo el carisma del Siervo de Dios Don Oreste Benzi".
Para ambas, el Obispo de Roma pidió un fuerte apaluso: "Aplaudamos a las dos beatas. ¡Todos juntos!". Francisco pidió a los fieles que miren a estas dos nuevas beatas "como testigos que anunciaron el Evangelio con su vida".
Además, el Pontífice saludó con gratitud a los numerosos misioneros (sacerdotes, religiosos y religiosas, y fieles laicos) "que gastan sus energías en el servicio de la Iglesia de Cristo, entregando en primera persona -a veces pagando un gran coste - su testimonio".
Y lo hacen -añadió el Papa- no para hacer proselitismo, sino para dar testimonio del Evangelio en sus propias vidas en tierras que no conocen a Jesús: "¡Muchas gracias a los misioneros! ¡Un gran aplauso para ellos también, todos!".