El Papa, a los estudiantes de la Escuela de Astrofísica del Vaticano: "Déjense guiar por el amor a la verdad"
Francisco ha pedido a los jóvenes dirigir su mirada también a través de "otras ventanas que pueden mostrarles realidades importantes, como la compasión y el amor"
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Francisco ha enviado este martes un mensaje a los participantes en la Escuela de Verano de Astrofísica del Observatorio Astronómico Vaticano a los cuales el Pontífice les ha invitado a dirigir su mirada a través de “otras ventanas que pueden mostrarles realidades importantes, como la compasión y el amor, realidades que también están encontrando en la amistad que crece entre ustedes estos días”.
“En los últimos tiempos todos estamos fascinados por los grandes descubrimientos sobre el universo que nos ofrecen los astrónomos. Las maravillosas imágenes enviadas por el nuevo telescopio espacial James Webb nos dejan atónitos; y cuando el Observatorio Vera Rubin entre en funcionamiento, promete mostrarnos cómo el universo crece y cambia ante nuestros ojos. Lo que resulta especialmente sorprendente es la inmensidad del universo que estamos descubriendo. Es asombroso considerar su enorme tamaño y el increíble número de galaxias, estrellas y planetas que se han detectado”, escriben el Santo Padre al principio de su mensaje.
Y ante toda esta maravilla Francisco ha evocado el salmo que tantas veces hemos rezado: "Cuando veo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerde de él, el ser humano, para darle poder?” y ha subrayado como la inmensidad del universo “siempre ha sido fuente de asombro”: “Vosotros, los jóvenes del siglo XXI, os proponéis en esta Escuela de Verano abrazar la inmensidad del universo y desarrollar los métodos que os permitan encontrar semillas de comprensión en el flujo continuo de nuevos datos”.
A pesar de esto, “todos sabemos que, incluso con las mejores herramientas, la calidad de los resultados depende de la habilidad del artesano. Una gran tentación, tanto en ciencia como en filosofía, es intentar obtener sólo las respuestas que esperamos, mientras que también somos capaces de sorprendernos con novedades imprevistas”.
Por último, Francisco ha pedido a los jóvenes no perder “ese sentido de la maravilla, ni en vuestra búsqueda ni en vuestra vida; que siempre os impulse el amor a la verdad y os asombre todo lo que os ofrece cada fragmento del universo”.