El Papa reitera su condena a la guerra: "Es triste que las armas estén ocupando el lugar de las palabras"
Al final del Regina Coeli, Francisco volvió a mirar el conflicto en Ucrania, pidiendo "detener el ataque", para hacer frente al sufrimiento de la población civil
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El Papa Francisco pidió este domingo durante el Regina Caeli valentía para que todo el mundo defienda la paz en Ucrania e hizo un llamamiento a los líderes políticos para que escuchen a la gente, que quiere el fin del conflicto.
"Pido a todos que recen por la paz y que tengan la valentía de decir que la paz es posible. Que los líderes políticos escuchen, por favor, la voz de la gente que quiere la paz y no una escalada del conflicto", dijo Francisco, tras el rezo del Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual.
Francisco señaló que este domingo varias iglesias orientales, católicas y ortodoxas conmemoran la Resurrección de Jesús y recordó que también se cumplen dos meses del inicio de la invasión de Moscú en Ucrania.
"Lejos de parar, la guerra se ha intensificado. Es triste que en estos días, que son los más santos y solemnes para todos los cristianos, se oiga más el ruido mortal de las armas en lugar de las campanas que anuncian la Resurrección. Y es triste que las armas estén ocupando el lugar de la palabra", lamentó.
"Renuevo mi llamamiento a una tregua pascual, una señal mínima y tangible de deseo de paz. Que se detenga el ataque, para ayudar al sufrimiento de la población agotada; hay que parar, en obediencia a las palabras del Resucitado, que el día de Pascua repite a sus discípulos: "¡La paz esté con vosotros!" (Lc 24:36; Jn 20:19.21). Pido a todos que aumenten sus oraciones por la paz y que tengan el coraje de decir, de manifestar que la paz es posible. Líderes políticos, por favor, escuchen la voz del pueblo, que quiere la paz, no una escalada del conflicto", dijo el Santo Padre
En este sentido, el Papa ha agradecido a los participantes "en la extraordinaria Marcha Perugia-Assisi por la Paz y la Fraternidad, que se celebra hoy; así como a todos los que se han unido para dar vida a manifestaciones similares en otras ciudades italianas".
Francisco ha tenido también palabras para "los obispos de Camerún y sus fieles que realizan una peregrinación nacional al santuario mariano de Marienberg, para volver a consagrar el país a la Madre de Dios y ponerlo bajo su protección. Rezan en particular por el retorno de la paz a su país, desgarrado por la violencia en varias regiones desde hace más de cinco años. Junto con nuestros hermanos y hermanas de Camerún, elevemos también nuestra oración para que Dios, por intercesión de la Virgen María, conceda pronto una paz verdadera y duradera a este querido país".