El Papa reitera su llamamiento urgente a un alto al fuego en Tierra Santa: "¡Que paren las armas!"

Francisco ha pedido que "se socorra inmediatamente a los heridos" en Gaza, llegue la ayuda humanitaria y los rehenes sean liberados: "¡Basta, hermanos, basta!"

Redacción Religión

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Tras el rezo del Ángelus en una Plaza San Pedro llena de fieles, el Papa Francisco ha vuelto a enviar un contundente mensaje sobre lo que está ocurriendo en diversos países del mundo azotados por las guerras.

El primer pensamiento ha sido para Sudán que desde hace varios meses está viviendo “una guerra civil que no da señales de pararse y que está causando numerosas víctimas, millones de desplazados internos, refugiados en los países vecinos y una gravísima situación humanitaria”.

Francisco ha subrayado que está “cerca del sufrimiento del querido pueblo de Sudán” y ha hecho un llamamiento “de todo corazón a los líderes locales para que faciliten la entrada de la ayuda humanitaria y, con la contribución de la comunidad internacional, se trabaje para encontrar soluciones pacíficas”. El Papa ha pedido no olvidar “a estos hermanos que están sufriendo mucho”.

Una vez más, el Papa ha dirigido también su pensamiento a la “gravísima situación” en Israel y Palestina: “Estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelís, les abrazo en este momento difícil y rezo mucho por ellos. ¡Que paren las armas, que nunca traerán paz! ¡Que el conflicto no se alargue! Basta, hermanos, ¡basta!”.

Francisco ha pedido que se ayude “inmediatamente” a los heridos en Gaza, que se proteja a los civiles y que se haga llegar “mucha más ayuda humanitaria a esa población exhausta”. Al mismo tiempo, ha pedido, una vez más, que se liberen los rehenes, “entre los cuales hay muchos ancianos y niños”.

Todo ser humano, sea cristiano, judío, musulmán, de cualquier pueblo o religión, es sagrado y precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz. No perdamos la esperanza, recemos y trabajemos incansablemente para que el sentido de humanidad prevalezca sobre la dureza de los corazones”, ha afirmado el Papa tras el rezo del Ángelus de este domingo, 12 de noviembre.