El Papa viajará a Asís para reunirse con 500 pobres de toda Europa para escucharlos y rezar con ellos

Con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres 2021, el Papa Francisco viajará este viernes, 12 de noviembre, a Asís para reunirse con 500 personas necesitadas de diferentes partes de Europa para escucharlos y rezar con ellos. La visita del Papa será “en forma privada”, describió un comunicado oficial del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

La quinta edición de la Jornada Mundial de los Pobres será el domingo 14 de noviembre de 2021 y como preparación a esta iniciativa de toda la Iglesia universal, el Santo Padre viajará nuevamente a la ciudad italiana Asís, tierra natal de San Francisco, donde firmó hace poco más de un año su última encíclica, 'Fratelli Tutti'.

De este modo, el Santo Padre visitará el viernes 12 de noviembre la Basílica de Santa María de los Ángeles - que custodia en su interior la Porciúncula - y “encontrará en forma privada a un grupo de 500 pobres procedentes de diversos países de Europa para pasar con ellos un momento de escucha y oración”.

El tema de la Jornada Mundial de los Pobres 2021 es “los pobres los tienen siempre con ustedes”, frase basada en el Evangelio de San Marcos (Mc 14, 7).

El día del Papa Francisco en Asís

Francisco será recibido en Asís por el “abrazo de los pobres”, que le entregará la capa y el bastón de peregrino y le acompañará en procesión hacia la Basílica. En un primer momento, el Papa, rememorando los gestos de San Francisco de Asís, se detendrá a rezar en la Porciúncula, uno de los lugares más importantes en la vida del Santo, que en aquella época amaba acoger a sus frailes, a los numerosos pobres y donde Santa Clara decidió consagrarse al Señor.

Allí, también realizará un gesto significativo: al final de la celebración bendecirá una piedra previamente extraída de la Porciúncula por los frailes de la Orden Menor Franciscana de Umbría para ser donada a algunos representantes del albergue para personas sin hogar "Rosas de San Francisco" de Trsat, fundado en 2007 por la fraternidad local de la Orden Franciscana Seglar de Trsat, en la ciudad de Rijeka, en Croacia.

Los 500 pobres proceden de las diócesis de Umbría guiadas por Cáritas, de la Asociación francesa "Fratello" (Hermano) y de una delegación proveneinte de Roma compuesta por la Limosnería Apostólica y por las asociaciones Caritas Diócesis de Roma, Circulo de S. Pedro, Comunidad de S. Egidio, Coordinación Regional de la Familia Vicentina, Centro Astalli (Servicio de los Jesuitas para los refugiados en Italia), ACLI (Asociación Cristiana de Trabajadores Italianos) de Roma.

Al final de la jornada, se donarán 500 morrales a los participantes, producidas en el marco del proyecto "+Three", que promueve productos fabricados respetando la sostenibilidad medioambiental y económica dentro de una cadena de suministro ética y socialmente útil, cada uno contiene prendas donadas por Tombolini, una reconocida marca de ropa hecha en Italia, y estará compuesto de suéteres, bufandas, gorros, abrigos rompe-vientos y mascarillas anti-Covid en tejido lavable y reutilizable.

El mensaje del Papa para la Jornada Mundial de los Pobres

El domingo 14 de noviembre, a las 10:00 horas, el Papa presidirá la celebración de la Santa Eucaristía en la Basílica de San Pedro, con la participación de 2.000 personas pobres, en cumplimiento de la normativa sanitaria, asistidas por las distintas Asociaciones de Voluntariado presentes en el territorio de Roma. Las lecturas y la oración de los fieles serán proclamadas por algunos pobres. Al final de la celebración se distribuirá comida caliente a todos los participantes.

En su mensaje para esta Jornada Mundial, el Papa destacó que “a menudo los pobres son considerados como personas separadas, como una categoría que requiere un particular servicio caritativo”, sin embargo, “seguir a Jesús implica, en este sentido, un cambio de mentalidad, es decir, acoger el reto de compartir y participar”.

“Convertirnos en sus discípulos implica la opción de no acumular tesoros en la tierra, que dan la ilusión de una seguridad en realidad frágil y efímera. Por el contrario, requiere la disponibilidad para liberarse de todo vínculo que impida alcanzar la verdadera felicidad y bienaventuranza, para reconocer lo que es duradero y que no puede ser destruido por nada ni por nadie”, explicó el Santo Padre.