El Vaticano suspende hasta el 18 de junio la agenda del Papa Francisco por su operación de hernia abdominal

La Prefactura de la Casa Pontificia, encargada de la agenda del Papa Francisco, ha anulado todas las audiencias que el Santo Padre tenía prevista hasta el 18 de junio debido a la intervención quirúrgica a la que se está sometiendo para practicarle una laparotomía y una cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis bajo anestesia general.

Está previsto que la estancia de Francisco en el Hospital Gemelli de Roma se prolongue varios días “para permitir el curso normal del postoperatorio y la recuperación funcional completa", ha detallado la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Tal y como ha informado también el Vaticano, el obispo de Roma sufre “una hernia incisional incarcerada que está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran".

La operación está siendo llevada a cabo por el equipo del cirujano Sergio Alfieri, que ya le operó en julio de 2021 por estenosis diverticular sintomática del colon. Un trastorno que afecta especialmente a personas de más de sesenta años (el Papa tiene 86). Una alteración que implica al sistema digestivo, formando bolsas en el intestino (en la zona del colon), lo que conocemos como divertículos. Estos divertículos se inflaman, llegando a infectarse.

Ahora, es una hernia le estaba provocando dolor, lo que representa un peligro para su salud al poder provocarle una obstrucción intestinal, lo que provocaría que la comida o las heces no puedan salir del intestino.

Cómo curar una hernia y qué síntomas presentan

Las hernias abdominales son bastante comunes sobre todo entre los varones de avanzada edad, y no necesariamente tienen que ser peligrosas, si bien es cierto que requiere de una intervención quirúrgica para arreglar el problema. En caso de no tratarse, las probabilidades de complicación aumentan de manera considerable, pudiendo llegar a ser mortales. Por ello, se suele recomendar la operación cuando la hernia produce dolor o empieza a crecer.

Entre los síntomas de una hernia abdominal, destacan que el bulto suele agrandarse cuando toses, haces ejercicios, orinas o defecas. A medida que se desarrolla una hernia, también pueden aparecer gases, náuseas y vómitos. Y, un síntoma acompañante puede ser un dolor asociado con la enfermedad de úlcera péptica.