REGINA COELI 26 ABRIL

Francisco: "No hay ninguna noche de nuestra vida que no pueda vencer Cristo"

En el Regina Coeli del tercer Domingo de Pascua, el Papa Francisco reflexiona sobre el Evangelio del día.

Francisco: "No hay ninguna noche de nuestra vida que no pueda vencer Cristo"

Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

Publicado el - Actualizado

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En el Regina Coeli del tercer Domingo de Pascua, el Papa Francisco reflexiona sobre el Evangelio del día, y habla de los “tres pasos” para encontrar a Jesús: abrir el corazón, leer el Evangelio, invitarlo a casa. Además afirma: hay que pasar del “yo”, a “Dios”, de los “si”, a los “sí”. Elijamos el camino del ‘sí’ a Dios, no del ‘si’”. En el tercer domingo de Pascua, en medio del bloqueo dispuesto para prevenir el contagio de Covid-19, el Papa Francisco dirigió la oración del Regina Coeli desde la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano. Antes del rezo mariano, la reflexión del Papa sobre el Evangelio del día, que narra el episodio de los dos discípulos de Emaús:

El Evangelio de hoy, ambientado en el día de Pascua, narra el episodio de los dos discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35). Es una historia que comienza y termina “en camino”. De hecho, está el viaje de ida de los discípulos que, tristes por el epílogo de la historia de Jesús, dejan Jerusalén y vuelven a casa, a Emaús, caminando unos once kilómetros. Es un viaje que tiene lugar durante el día, con una buena parte del trayecto cuesta abajo. Y está el viaje de regreso: otros once kilómetros, pero hechos al anochecer, con parte del camino cuesta arriba después de la fatiga del viaje de ida, y de todo el día. Dos viajes: uno fácil durante el día y el otro agotador por la noche.

Lee aquí las palabras del Papa durante el Regina Coeli

Finalizando su catequesis, el Papa hizo presente que “siempre estamos en camino”, y que “nos convertimos en aquello hacia lo que vamos”. E insistió:

Elijamos el camino de Dios, no el camino del yo; el camino del "sí", no el del "si". Descubriremos que no hay ningún imprevisto, no hay subida, no hay ninguna noche que no se pueda enfrentar con Jesús. Que Nuestra Señora, Madre del Camino, que al aceptar la Palabra hizo de toda su vida un "sí" a Dios, nos muestre el camino.

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