El Papa Francisco, al Partido Popular Europeo: "Que la Doctrina Social de la Iglesia sea vuestra brújula"
El Santo Padre ha subrayado que "el político cristiano debe distinguirse por la seriedad con la que afronta las cuestiones, rechazando soluciones oportunistas"
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Es un mensaje firmado desde el Hospital Gemelli el que el Papa Francisco ha enviado a los miembros del Partido Popular en el Parlamento Europeo, institución que visitó en noviembre de 2014. Son varias las reflexiones importantes que ha dirigido el Papa a los “parlamentarios”, representantes de los ciudadanos que “os han confiado un mandato”: “Hay que cuidar bien la relación entre los ciudadanos y los parlamentarios. Es un problema clásico de las democracias representativas. Y si ya es difícil mantener vivo el vínculo dentro de cada país, con mayor razón en el caso del Parlamento Europeo, que está aún más “alejado””.
Un segundo punto importante para el Santo Padre es el pluralismo: “Es evidente que un gran grupo parlamentario debe prever un cierto pluralismo interno. Sin embargo, en ciertas cuestiones en las que están en juego valores éticos primordiales y puntos importantes de la doctrina social cristiana, es necesario estar unidos”.
"El político cristiano debe distinguirse por la seriedad con la que afronta las cuestiones"
“El político cristiano debe distinguirse por la seriedad con la que afronta las cuestiones, rechazando soluciones oportunistas y manteniéndose siempre firme en los criterios de la dignidad de la persona y del bien común”, ha escrito Francisco.
El Santo Padre ha pedido seguir la Doctrina Social de la Iglesia en todas y cada una de las decisiones: “Hay aspectos ético-políticos, ligados a cada uno de estos dos principios, que compartís con colegas de distintas filiaciones, que ponen respectivamente el acento en uno o en otro; pero el entrelazamiento de ambos, el hecho de activarlos juntos y hacerlos funcionar de manera complementaria, esto es propio del pensamiento social y económico de inspiración cristiana, y por tanto se confía particularmente a vuestra responsabilidad”.
Sobre el continente europeo, Francisco ha recordado su último viaje a Hungría: “Una Europa que aprecie plenamente las diferentes culturas que la componen, su enorme riqueza de tradiciones, lenguas, identidades, que son las de sus pueblos y sus historias; y que al mismo tiempo sea capaz, con sus instituciones y sus iniciativas políticas y culturales, de hacer que este riquísimo mosaico forme figuras coherentes”.
"Deberíais ser los primeros en atesorar los ejemplos y las enseñanzas de los padres fundadores de esta Europa"
“Hacen falta valores elevados y una gran visión política. Con esto no pretendo restar importancia a la gestión ordinaria, a la buena administración ordinaria, de hecho, si es buena ya es mucho. Pero no basta, no es suficiente para sostener una Europa que se enfrenta a los grandes retos globales del siglo XXI. Para hacer frente a estos retos como una Europa unida, se necesita una inspiración alta y fuerte. Y vosotros, diría yo, deberíais ser los primeros en atesorar los ejemplos y las enseñanzas de los padres fundadores de esta Europa”, escribe el Santo Padre.
El Obispo de Roma ha vuelto a subrayar, una vez más, un término muy querido por él, la fraternidad: “Creo que puede ser también fuente de inspiración para quienes quieren reanimar hoy a Europa, para que responda plenamente a las expectativas tanto de sus pueblos como del mundo entero. Porque un proyecto para Europa hoy sólo puede ser un proyecto mundial. Creo que los políticos cristianos de hoy deben ser reconocidos por su capacidad de traducir el gran sueño de la fraternidad en acciones concretas de buena política a todos los niveles: local, nacional, internacional. Por ejemplo: desafíos como el de las migraciones, o el del cuidado del planeta, me parece que sólo pueden abordarse a partir de este gran principio inspirador: la fraternidad humana”.
"Que el Evangelio sea vuestra estrella polar y la Doctrina Social vuestra brújula"
Por último, Francisco ha pedido volver a los orígenes del continente europeo: “No olvidemos la tragedia de las guerras del siglo XX. El trabajo gradual y paciente de construcción de una Europa unida, en ámbitos primero particulares y luego cada vez más generales, ¿qué tenía de inspirador? ¿Qué ideal, sino el de generar un espacio donde los pueblos pudieran vivir en libertad, justicia y paz, respetándose en la diversidad? Hoy este proyecto se pone a prueba en un mundo globalizado, pero puede relanzarse inspirándose en la inspiración original, más pertinente y fecunda que nunca no sólo para Europa, sino para toda la familia humana”.
Terminando su discurso, Francisco ha animado a los políticos a seguir adelante “con valentía y esperanza”: “Que el Evangelio sea vuestra estrella polar y la Doctrina Social vuestra brújula. Os bendigo cordialmente a todos vosotros y a vuestros seres queridos. Y os pido, por favor, que recéis por mí”.