El llamamiento del Papa Francisco recordando el ataque en Dnipro: "¡No se puede permanecer indiferente!"
El Santo Padre ha pedido este miércoles no olvidarse de rezar "por la martirizada Ucrania, tan necesitada de cercanía, consuelo y sobre todo de paz"
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El Papa Francisco ha afirmado este miércoles que ataques con misiles como el del pasado sábado (contra un edificio residencial en la localidad ucraniana de Dnipro) en el que murieron numerosas personas, entre ellas niños, es un "fuerte llamamiento a todas las conciencias" y "no se puede permanecer indiferente".
"Por favor, no se olviden de rezar por la martirizada Ucrania, tan necesitada de cercanía, consuelo y sobre todo de paz", ha dicho el Papa al final de la Audiencia General celebrada como cada miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Francisco ha recordado, aunque sin citar la localidad, que "el sábado pasado, un nuevo ataque con misiles se cobró numerosas víctimas civiles, entre ellas niños". "Expreso mi desgarrador dolor a los familiares. Las imágenes y los testimonios de este trágico episodio son un fuerte llamamiento a todas las conciencias. No se puede permanecer indiferente", ha añadido el Santo Padre.
La Policía nacional de Ucrania informó de 44 víctimas mortales por el impacto el sábado de un misil ruso Kh-22 en un edificio residencial de Dnipró , de las que 20 siguen desaparecidas, 4 de ellas niños.
La catequesis del Santo Padre
El Papa Francisco ha continuado este miércoles, 18 de enero, el ciclo de catequesis que abrió la semana pasada sobre la pasión de evangelizar, “sobre el celo apostólico que debe animar a la Iglesia y a todo cristiano”. Hoy el Santo Padre ha querido reflexionar de modo particular sobre el “modelo insuperable del anuncio: Jesús”.
Para Francisco, “Él está siempre en relación, en salida; la palabra, de hecho, existe para ser transmitida, comunicada. Así es Jesús, Palabra eterna del Padre que llega a nosotros. Cristo no solo tiene palabras de vida, sino que hace de su vida una Palabra: es decir, vive siempre dirigido hacia el Padre y hacia nosotros”.
“El Señor sufre cuando nos distanciamos de su corazón. Sufre por los que no conocen la belleza de su amor y el calor de su abrazo. Pero, en respuesta a este sufrimiento, no se cierra, sino que arriesga: deja las noventa y nueve ovejas que están a salvo y se aventura por la única perdida, haciendo algo arriesgado y también irracional, pero acorde con su corazón pastoral, que tiene nostalgia de los que se han ido; no rabia ni resentimiento, sino una irreductible nostalgia por nosotros. Es el celo de Dios”, ha remarcado el Papa este miércoles.