El obispo de Mondoñedo-Ferrol, sobre el encuentro con el Papa: "Ha recitado algún verso del 'Mío Cid"

El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, ha remarcado que el encuentro entre la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos con el Papa Francisco en el Vaticano tras la Audiencia General “ha sido el culmen al trabajo realizado a lo largo de los últimos cinco años” con motivo de esta eferméride.

Además del titular de la diócesis gallega, el Santo Padre ha recibido al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, a su arzobispo emérito Fidel Herráez; al obispo emérito de Jaén, Ramón del Hoyo; al obispo de Tarazona, Vicente Rebollo.

García Cadiñanos ha precisado tras el encuentro que en el último lustro, las administraciones, instituciones y la ciudadanía burgalesa ha impulsado multitud de actividades para celebrar los 800 años desde que se colocó la primera piedra para la construcción del templo de Burgos, por lo que este encuentro con Francisco ha constituido “un momento de encuentro, de unión de toda la sociedad burgalesa y a la conclusión de este centenario, la visita del Papa ha sido realmente un privilegio”, ha agregado.

El obispo de Mondoñedo-Ferrol ha continuado exponiendo que se han encontrado a un Pontífice que “conoce mucho Burgos, ha recitado algún verso del Poema del 'Mío Cid', ha conocido la actividad que hemos realizado y ha sido una fiesta, una manera de mostrarle la fidelidad de esta Iglesia burgalesa al Primado de Pedro”, ha subrayado.

Curso de formación para nuevos obispos

Sobre la reunión de 200 nuevos obispos que han participado en el curso de formación promovido por los Dicasterios para los Obispos y para las Iglesias Orientales, y en el que ha participado el obispo de Roma, García Cadiñanos ha asegurado que “ha sido un momento privilegiado para reflexionar juntos, conocernos y orar para intentarnos animar en este nuevo ministerio que el Señor nos ha concedido a través de la llamada del Santo Padre”.

En el encuentro, el Papa Francisco instó a los prelados a vivir la cercanía de los pastores, primero con Dios, luego la comunión entre los episcopados y con los sacerdotes, sin olvidar a los fieles. En particular, Francisco reiteró la importancia de la oración en el ministerio episcopal porque si un obispo no reza, se aleja de Dios y "se marchita".

También, el Papa pidió una mayor unidad entre los obispos como "hermanos en el episcopado" y una mayor cercanía con los sacerdotes, los colaboradores, las comunidades parroquiales: "Respondan, llámenlos. Estén atentos a sus necesidades", dijo el Papa Francisco. Entre las recomendaciones, también las de alejarse de las manías de protagonismo y autorreferencialidad y del proselitismo, que es diferente de la "evangelización" que debe realizarse "al estilo de Jesús".