El Papa denuncia la explotación infantil en la agricultura: "Es un flagelo que hiere cruelmente la existencia"

El Santo Padre ha enviado un mensaje al Director General de la FAO con motivo del Global Solutions Forum sobre la eliminación del trabajo infantil en la agricultura

El Papa denuncia la explotación infantil en la agricultura: "Es un flagelo que hiere cruelmente la existencia"

Vatican News

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La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha publicado este martes el Mensaje del Papa Francisco, firmado por el card. Pietro Parolin, dirigido a los participantes en la sesión inaugural del Global Solutions Forum, el Encuentro Global de la FAO sobre la eliminación del trabajo infantil en la agricultura dirigido al Director General, Qu Dongyu.

En el texto enviado a la FAO se lee que “aún más cuando se manifiesta como explotación, el trabajo infantil se convierte en un flagelo que hiere cruelmente la existencia digna y el desarrollo armónico de los más pequeños, limitando considerablemente sus oportunidades de futuro, ya que reduce y lastima su vida para satisfacer las necesidades productivas y lucrativas de los adultos”.

Faltar a la escuela significa perder oportunidades que los capaciten para afrontar los retos de la edad adulta

El documento del Papa añade que “para muchos de estos pequeños hermanos nuestros, faltar a la escuela significa no sólo perder oportunidades que los capaciten para afrontar los retos de la edad adulta, sino también enfermar, es decir verse privados del derecho a la salud, a causa de las deplorables condiciones en las que han de desarrollar las tareas que vilmente se les exigen”. El Papa se detiene así en el sector agrícola: “La emergencia es aún más alarmante: miles de niños y niñas se ven apremiados a trabajas incansablemente, en condiciones agotadoras, precarias y degradantes, sufriendo maltratos, abusos y discriminación”.

Y se pone de manifiesto que esta situación “alcanza el ápice de la desolación, cuando son los mismos padres los que se ven impelidos a enviar a sus hijos a trabajar, porque sin su aporte activo no podrían mantener a la familia”.

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¡La inversión más rentable que puede hacer la humanidad es la protección de la infancia!

“Señor Director General, que de este encuentro surja potente un clamor que reclame a las instancias internacionales y nacionales competentes que se defienda la serenidad y felicidad de los niños. ¡La inversión más rentable que puede hacer la humanidad es la protección de la infancia!” ha subrayado el Pontífice en su mensaje.

Es la petición del Papa teniendo en cuenta que “proteger a los niños es respetar el momento de su crecimiento, dejando que estos frágiles brotes disfruten de las condiciones adecuadas para su apertura y floración. Proteger a los niños, además, entraña tornar medidas incisivas para ayudar a las familias de los pequeños agricultores, de modo que no se vean obligados a enviar a sus hijos al campo para incrementar sus ingresos, que siendo tan bajos no les permiten mantener dignamente sus hogares. Por último, proteger a los niños conlleva actuar de tal forma que se despejen ante ellos horizontes que los configuren corno ciudadanos libres, honrados y solidarios”.

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El deseo del Papa Francisco para luchar contra la explotación infantil

El Papa además ha afirmado que “han de multiplicarse las personas y las asociaciones que, a todos los niveles, se esfuercen para que el afán de lucro desmedido que condena a niños y jóvenes al brutal yugo de la explotación laboral ceda su puesto a la lógica del cuidado”; y que “se requiere una obra de denuncia, de educación, de sensibilización, de convicción para que quienes no tienen escrúpulos de esclavizar a la infancia con cargas insoportables logren ver más lejos y más profundamente, venciendo el egoísmo y esa ansia de consumir compulsivamente que terminan por devorar el planeta, olvidando que sus recursos hay que preservarlos para las generaciones futuras”.

Por último, tras afirmar que “si aspiramos a que nuestra sociedad pueda gozar de aquella dignidad que la ennoblece, si queremos que el derecho triunfe sobre la arbitrariedad, hemos de asegurar a nuestros niños y jóvenes un presente sin explotación laboral”. Algo que “sólo será posible si nos implicamos de forma conjunta y perentoria en que custodien y cultiven sus sueños, en que jueguen, entrenen y aprendan. Entonces se abrirá paso un porvenir luminoso para la familia humana. No me cabe duda de que a ello contribuirá el evento de hoy y el actual Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil”.