El Papa Francisco, en la Audiencia: "Ante las dificultades, nunca desanimarse, la gracia de Dios nunca falla"
El Santo Padre ha retomado las catequesis sobre el discernimiento: "Lo que llamamos desolación puede ser ocasión de crecimiento"
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El Papa Francisco, tras haber dedicado la semana pasada la Audiencia General a su recién viaje a Bahréin, ha retomado este miércoles las catequesis sobre el tema del discernimiento.
El Santo Padre ha reflexionado este miércoles sobre lo que llamamos “desolación” que, según Francisco, “puede ser ocasión de crecimiento”: “Si no hay un poco de insatisfacción, de tristeza saludable, una sana capacidad de habitar en la soledad, de estar con nosotros mismos sin huir, corremos el riesgo de permanecer siempre en la superficie de las cosas y nunca tomar contacto con el centro de nuestra existencia”.
“La desolación provoca una “sacudida del alma”, mantiene despiertos, favorece la vigilancia y la humildad y nos protege del viento del capricho. Son condiciones indispensables para el progreso en la vida, y por tanto también en la vida espiritual”, ha afirmado el Papa.
Francisco ha recordado además que para muchos santos y santas, “la inquietud ha sido un impulso decisivo para dar un giro a la propia vida”, y ha citado los ejemplos de Agustín de Hipona, Edith Stein, José Benito Cottolengo y Charles de Foucauld. “Estar desolados nos ofrece la posibilidad de crecer, de iniciar una relación más madura, más emotiva, más hermosa, con el Señor y con las personas queridas, una relación que no se reduzca a un mero intercambio de dar y tener”, ha subrayado el Obispo de Roma.
Francisco ha pedido a los fieles hablar de vez en cuando con el Señor y preguntarle, “¿Cómo estás?”: “Es una manera muy hermosa de entrar en una relación verdadera, sincera, con su humanidad, con su sufrimiento, también con su singular soledad. Con Él, que ha querido compartir hasta el fondo su vida con nosotros”.
“Nos hace mucho bien aprender a estar con Él, sin otro fin, exactamente como nos sucede con las personas a las que queremos: deseamos conocerlos cada vez más, porque es hermoso estar con ellos”. Al final de la Audiencia General, el Papa ha afirmado que “la vida espiritual no es una técnica a nuestra disposición […] es la relación con el Viviente, irreductible a nuestras categorías”.
“Quien reza se da cuenta de que los resultados son imprevisibles: experiencias y pasajes de la Biblia que a menudo nos han entusiasmado, hoy, extrañamente, no suscitan ningún entusiasmo. E, igualmente de forma inesperada, experiencias, encuentros y lecturas a los que nunca se había hecho caso o que se prefería evitar – como la experiencia de la cruz - traen una paz inesperada”, ha dicho el Papa.
Francisco ha pedido no desanimarse “frente a las dificultades […] sino afrontar con decisión, con la ayuda de la gracia de Dios que nunca nos falla. Y si escuchamos dentro de nosotros una voz insistente que quiere distraernos de la oración, aprendamos a desenmascararla como la voz del tentador; y no nos dejemos impresionar: simplemente, ¡hagamos precisamente lo contrario a lo que nos dice!”.