El Papa Francisco destaca que "sin amigos y oración", el celibato puede convertirse en un "peso insoportable"
El Santo Padre ha inaugurado este jueves un importante Simposio en el Vaticano sobre la "Teología del sacerdocio" en el que participarán más de 700 expertos
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El Papa Francisco ha inaugurado este jueves un importante congreso en el Vaticano sobre la “Teología del sacerdocio” organizado por el card. Marc Ouellet. Un Simposio en el que participarán más de 700 expertos, y que el Papa inauguró con una conferencia titulada 'Fe y sacerdocio hoy'
El cardenal Marc Armand Ouellet, aseguró en el discurso de apertura del Simposio sobre el sacerdocio, organizado por el Vaticano cuando el tema de los abusos sexuales a menores golpea con fuerza a la Iglesia, que "esta es una oportunidad para expresar nuestro sincero pesar y pedir perdón a las víctimas, que sufren sus vidas destruidas por un comportamiento abusivo y criminal".
"Estamos aquí, por tanto, para unir nuestras voces a las de quienes claman por la verdad y la justicia, y para elevar nuestras oraciones al Señor de la mies para que nos conceda la gracia de responder adecuadamente a los desafíos que plantea la crisis sacerdotal de nuestro tiempo", dijo el cardenal.
El Santo Padre reconoció que “sin amigos y sin oración, el celibato puede convertirse en un peso insoportable” y ha subrayado que esta condición obligatoria para los sacerdotes es un “don que la Iglesia latina custodia”. Francisco ha enfatizado que “donde funciona la fraternidad sacerdotal y hay lazos de auténtica amistad, también es posible vivir con más serenidad la elección del celibato”.
El Papa ha considerado además que sin relaciones fraternas y oración, el celibato corre peligro de convertirse “en un anti-testimonio de la hermosura misma del sacerdocio”.
Durante la conferencia que ha impartido este jueves, el Santo Padre ha destacado que el celibato sacerdotal debe “ser vivido como santificación” y, por ello, “requiere relaciones sanas, vínculos de auténtica estima y genuina bondad que encuentran su raíz en Cristo”.
Francisco ha defendido que los sacerdotes deben saber “acoger” el cambio de época que está viviendo la sociedad y ha alertado a los sacerdotes de la tentación de “buscar formas codificadas, ancladas en el pasado” que llevan a refugiarse “en un mundo o en una sociedad que no existe más (si es que alguna vez existió)”.
Asimismo, el Santo Padre advirtió de la actitud del “optimismo exacerbado” que termina por “ignorar los heridos de esta transformación y que no logra asumir las tensiones, complejidades y ambigüedades propias del tiempo presente”. Francisco además ha querido hacerse eco de la crisis vocacional que en distintos lugares “aflige” las comunidades eclesiales y ha dicho que se necesita de “un fervor apostólico contagioso” para superar esta situación.
“Donde hay vida, fervor, deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen vocaciones genuinas. Incluso en parroquias donde los sacerdotes no están muy comprometidos y ni son alegres, es la vida fraterna y fervorosa de la comunidad la que suscita el deseo de consagrarse completamente a Dios”, ha expresado el Papa.