El Papa Francisco: «La paz no puede ser solo el resultado de negociaciones políticas. Es un don»

«Somos conscientes de que la paz no puede ser solo el resultado de las negociaciones de una consecuencia de los acuerdos políticos, sino que es sobre todo un don pascual del Espíritu Santo». Con estas palabras ha iniciado el Papa Francisco su invocación a María Madre de Dios, esta tarde, 31 de mayo, en la oración de un Rosario en Santa María la Mayor.

Signo de esperanza para el mundo

Este Rosario rezado a finales de mayo es un signo de esperanza para el mundo, que sufre el conflicto de Ucrania y numerosos escenarios de guerra que siguen activos. De hecho, entre los asistentes, la emoción se reflejaba en los rostros de muchos de ellos que portaban las banderas del país ucraniano.

«María Madre de dios, durante la pandemia nos reunimos entorno a ti para pedir tu intercesión. Te hemos pedido que ayudes a los enfermos y dé fuerzas al personal médico, imploramos misericordia para los moribundos y que sequen las lágrimas de los que sufren en silencio y soledad», ha expresado el Papa.

Esta tarde, al final del mes consagrado a María, «estamos de nuevo ante Ti, Reina de la Paz para suplicarte el gran don de la paz. Haz que acabe pronto la guerra que desde hace decenios hace estragos en diversas partes del mundo y ahora ha invadido también el continente europeo», ha subrayado.

Consagración de las naciones

Francisco ha recordado la consagración de las naciones en guerra «a tu Corazón Inmaculado y hemos pedido por la conversión de los corazones. Estamos seguros de que con las armas de la oración, el ayuno y la limosna con el don de tu gracia se pueden cambiar los corazones de los hombres y la suerte del mundo entero».

Por todo ello, el Papa ha rogado que reconcilie esos corazones «llenos de odio y venganza, para que tu Paz reine en toda la Tierra».

Un punto de referencia en Roma

Apoyando al Papa en la oración, después de haber depositado una corona de flores a los pies de la estatua de la Virgen, ha estado Oksana.

Esta mujer de 40 años llegó a Roma desde Brody, una ciudad a un centenar de kilómetros de Lviv. Su hermana logró escapar de Kiev con cuatro hijos inmediatamente después del comienzo de la guerra.

La comunidad de Santa Sofía es un punto de referencia para la familia de Oksana, al igual que se está convirtiendo en un punto de referencia para miles de personas que han huido de Ucrania y que también son traídas aquí por varios italianos. Se ha convertido en una especie de centro de solidaridad durante los últimos tres meses, desde que comenzó la guerra.