Parolin, sobre la visita del Papa a Canadá: "Será un viaje de reconciliación, esperanza y fraternidad"

Los problemas en su rodilla no van a impedir que el Papa Francisco atraviese el atlántico este domingo, 24 de julio, hasta llegar a Canadá. Hasta el 30 de julio el Papa visitará las ciudades de Edmonton y Quebec e incluso que se desplazará hasta Iqaluit, la ciudad más cercana al Círculo Polar.

El viaje tiene como objetivo prioritario contribuir a la reconciliación de la iglesia católica con las comunidades indígenas del país. El cardenal Parolin ha hablado con los medios vaticano para abordar el 37º viaje internacional del Santo Padre, seis días intensos en los que el Papa pronunciará hasta nueve discursos. El propio Francisco subrayó que esta visita se trata de una “peregrinación penitencial” para “contribuir al camino de reconciliación y sanación ya emprendido”.

Francisco volverá a tocar el dolor y el sufrimiento de las comunidades originarias. Pedirá perdón, rezará con ellos y quiere traer la luz de la esperanza y de la reconciliación. Según el cardenal Parolin, “es un viaje muy deseado, en cuyo centro estará el abrazo con los pueblos indígenas […] en el caso de las poblaciones indígenas canadienses, se trata de una “peregrinación penitencial”. El Papa ya escuchó entre marzo y abril de este año a sus representantes en Roma y ahora “se abre la posibilidad de un intercambio más amplio”.

Entre las muchas palabra clave del viaje, Parolin subraya “cercanía”: “El Papa no solo pretende decir palabras, sino, sobre todo, estar cerca, manifestar su cercanía de forma concreta. Por eso se pone en marcha, para tocar con sus propias manos el sufrimiento de esas poblaciones, para rezar con ellas y para hacerse peregrino entre ellas”.

El pasado 1 de abril, el Papa expresó su vergüenza por la actuación de no pocos cristianos que se amoldaron a la mentalidad colonial y a las políticas gubernamentales de asimilación cultural del pasado, que perjudicaron gravemente a las comunidades indígenas: “Es doloroso el papel de algunos católicos en el llamado sistema de escuelas residenciales, que supuso la separación de muchos niños indígenas de sus familias”.

Según el Secretario de Estado del Vaticano, “los encuentros, siguiendo la estela de los cálidos que tuvieron lugar en Roma, serán también en el signo de la fraternidad y la esperanza”.

El Papa participará en la peregrinación al lago de Santa Ana, ¿podría pedir un nuevo impulso evangelizador en un país con grandes recursos, no solo naturales? Según Parolin, el Papa deseaba vivir un momento litúrgico en el lago de Santa Ana: “Allí, desde hace más de 100 años, se celebra una peregrinación en honor a Santa Ana, la abuela de Jesús, y muchos enfermos y personas heridas en el cuerpo o en el espíritu se bañan en esas aguas”

“En ese lugar especial y en el contexto de un entorno natural muy sugestivo, será bonito, en lo que respecta a la evangelización, volver a las fuentes de la fe, pensar en Jesús que sacia la sed y cura derramando en los corazones el agua del Espíritu, el agua que brota para la vida eterna”, ha subrayado Parolin.

El lema “Caminar juntos” evoca la palabra “sínodo”: “El Santo Padre espera, sin duda, poder alentar significativamente el camino ya iniciado por la Iglesia y la sociedad canadiense en la vía de la reconciliación y la curación. Un camino que, partiendo de una "purificación de la memoria", reavive el deseo de un camino fraterno en el que todos - Iglesia y sociedad civil - se impliquen concordantemente. Como en muchos ámbitos, este "caminar juntos" es esencial, hoy más que nunca: solo así es posible construir y abrirse a un futuro de esperanza”.