El Arzobispado de Zaragoza, “preocupado” por el "odio a la religión" tras el incendio de la ermita de Tauste

El Arzobispado de Zaragoza ha emitido este viernes un comunicado a raíz del incendio de la ermita del Santo Sepulcro de la villa de Tauste (Zaragoza). "Unos individuos sin identificar entraron en la ermita forzando una ventana y, una vez dentro, aprovechando los cajones de una cómoda, prendieron un fuego, quedando destrozada por las llamas la imagen de ‘Jesús con la cruz a cuestas’ ", informa.

"El Arzobispo, los sacerdotes, los fieles de la parroquia y los vecinos del pueblo están hondamente afectados y preocupados por esta situación de odio a la religión y de desprecio a su identidad más profunda", lamenta el Arzobispado. "Por ello, a partir de mañana se van a celebrar distintos actos de desagravio y, próximamente, se celebrará una misa con este mismo fin", añade la diócesis.

Por último, el Arzobispado lanza el siguiente ruego: "Lamentando profundamente esta profanación y estos actos vandálicos que hieren a las personas y a los pueblos en sus sentimientos más profundos, invitamos a todos los creyentes a elevar oraciones en reparación; a las instituciones a redoblar su esfuerzo por salvaguardar los derechos de las personas en general y los derechos religiosos en particular; así como a toda la sociedad a vivir en un clima de respeto que favorezca la convivencia".

Los causantes del incendio no se llevaron ningún objeto de la ermita, construida en el siglo XVI y situada a las afueras de Tauste, en la zona del antiguo convento franciscano. Su fiesta grande de cada año es el Jueves Santo, cuando el Cristo Nazareno, calcinado ahora por los asaltantes de la ermita, es venerado por los taustanos.

Ha sido el responsable del mantenimiento de la ermita quien este viernes, a las 8 de la mañana, se ha encontrado los restos del incendio, además de un desorden generalizado. La Guardia Civil está investigando los hechos, que han consternado a todo el pueblo de Tauste debido a la profanación de la imagen, a tamaño natural, que presidía la ermita local hasta ahora.