Los jóvenes universitarios en Alcorcón estrenan una nueva capilla: "Hay que invitar a la gente a ver a Jesús"
La facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos acogió una Misa de acción de gracias en la que el capellán exhortó a los alumnos a "esparcir" la luz de Cristo
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El pasado jueves, 16 de septiembre, el campus de Alcorcón de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) acogió la primera Misa que se celebraba en su nueva capilla. De este modo, la facultad de Ciencias de la Salud de la institución universitaria cuenta nuevamente con un lugar donde se encuentre la presencia de Cristo en la Eucaristía. La inauguración se produce después de que la anterior capilla fuera adaptada para convertirse en secretaría.
Durante la adaptación de la nueva sala, algunos seminaristas se acercaron para contribuir a las labores de pintura y adaptación del sitio.
A lo largo de la primera Misa, el sacerdote Javier Contreras, capellán del campus, explicó que aquella se trataba de una Eucaristía de acción de gracias por, finalmente, poder tener a Jesús en el campus de la universidad. En este sentido, el P. Contreras explicó que "el sagrario es el centro de la luz", siendo los jóvenes universitarios quienes deben "esparcir esa luz en el campus".
Del mismo modo, explicó que "hay que invitar a la gente a ver a Jesús", al tiempo que manifestaba que, estando ya el Señor en la universidad, "la cosa cambia, porque Su presencia se nota".
El retablo de capilla, reflejo de la divinidad sanadora de Cristo
El retablo de la capilla encuentra un gran simbolismo. En este sentido, el color dorado expresa el carácter sagrado del lugar, mientras que el nimbo manifiesta la explosión de luz que surge del sagrario, situado en el centro del retablo. Además, se encuentra reflejado el universo mediante un fondo de estrellas, planetas y un conjunto de células. Se refleja así toda la Creación con Cristo en el centro, situándolo como Señor de la Creación.
Por otra parte, en la parte inferior del retablo, se encuentra un conjunto de árboles que conforman un bosque, surgido a los pies del sagrario. Este aspecto muestra el Corazón de Jesús como fuente de agua viva, que hace nuevas todas las cosas y da vida a lo que estaba muerto. En el lado derecho de la obra, se puede contemplar una mano extendida, en dirección al sagrario. Bajo esta figura, se puede leer la frase: "Con solo tocar su manto, sanaré". Cristo es mostrado, de este modo, como el médico del cuerpo y del alma, al ser, como arriba se explicaba, Señor de todo lo Creado.