80 aniversario del CSIC, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

80 aniversario del CSIC, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC*

Se cumple el 80 aniversario de la fundación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), mayor organismo científico de España, situado además entre los tres primeros de Europa y los diez primeros del mundo.

Por suerte, el esfuerzo de avance del conocimiento que de manera ininterrumpida había desarrollado nuestro país, y especialmente el efectuado a principios del siglo XX durante la monarquía parlamentaria del Alfonso XIII, durante la cual se fundó el inmediato antecesor del CSIC, la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), no sucumbió como consecuencia de la catástrofe de la Guerra Civil, si no que siguió adelante eso sí, en una España devastada que sufrió la penuria del exilio de una buena parte de la intelectualidad que había impulsado las instituciones científicas precedentes.

Quienes pusieron en marcha el CSIC, a saber, José Ibáñez Martín como presidente fundador, Jose Mª Albareda como Secretario General, y Antonio de Gregorio Rocasolano, Miguel Asín Palacios y Juan Marcilla Arrazola como vicepresidentes, desarrollaron una estrategia de no oposición al aparato dictatorial y de implicación del mismo en el desarrollo científico que al fín y a la postre resultó exitosa a pesar de las nefastas consecuencias de las contiendas civil primero y mundial después. Esta estrategia tenía su inmediato antecedente en la adoptada por los responsables de la JAE durante la Dictadura de Primo de Rivero. Con en entonces presidente de la JAE, don Santiago Ramón y Cajal a la cabeza, todos los agentes implicados en el desarrollo científico español evitaron la confrontación ideológica con la dictadura y siguieron trabajando para evitar el colapso del sistema académico. Sufrieron el exilio interior que luego deberían soportar en relación con Franco muchos de los que sacaron adelante el CSIC y dieron continuidad a la ciencia en nuestro país. Así se consiguió, por ejemplo, que la JAE recuperase el ritmo de pensiones concedidas ?no sin reclamación contundente de Cajal- o que Primo de Rivera iniciase las gestiones que permitirían al gobierno de la recién estrenada IIª República inaugurar el Instituto de Química-Física financiado por la Fundación Rockefeller estadounidense, conocido en la actualidad por el Roca, que forma parte del CSIC y sigue en activo a pleno pulmón.

Una buena parte de los agentes implicados en la puesta en marcha y desarrollo del CSIC fueron católicos convencidos, fervorosos creyentes que no encontraron obstáculo alguno en confesar su fe y hacer ciencia. También ellos merecen nuestro reconocimiento y homenaje, por actuar científicamente, como personas inteligentes, como otros lo habían hecho con Primo de Rivera, trabajando, trabajando, trabajando?y aparcando ideologías. De hecho, al cumplir 50 años el CSIC, siendo presidente del gobierno Felipe González Márquez, no se escatimó en actos y conmemoraciones por muy dolorosas que fueron sin duda para algunos las circunstancias de la fundación del mismo a finales de 1939. Son muchos los que desde entonces no tienen la menor duda, sean cuales fueren sus creencias o su signo político, que de no haber sido por la audacia que unos pocos demostraron al poner en marcha el CSIC dando así continuidad a la JAE, España habría perdido el ritmo del avance científico o habría tardado mucho más en recuperarlo tras los conflictos bélicos.

¡Que esta efeméride sea de utilidad para manifestar la continuidad de la ciencia y el buen hacer de todos los que hemos tenido el privilegio de trabajar durante estos 80 años en el CSIC: no permitamos que las ideologías empañen los logros de todos!

¡Feliz cumpleaños CSIC!

*Las afirmaciones efectuadas en el presente artículo son a título personal y por iniciativa propia, sin que deban ser necesariamente consideradas como las oficiales del CSIC.