'En cambios de tribulación, no hacer mudanza'

El periodista Mario Alcudia reflexiona sobre la última entrevista del Papa Francisco a la agencia de noticias argentina Télam

Mario Alcudia

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El Papa ha concedido una entrevista a la agencia de noticias Télam; una interesante charla en la que el Papa ha repasado algunos temas de actualidad con la claridad que le caracteriza en sus palabras, no obviando ni pasando por alto ninguno de los asuntos planteados.

El jueves, el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Omella, nos animaba en su post en X a leerla en el perfil @pontifex. Mientras lo haces, aquí te adelanto algunas de las cosas más llamativas. Por ejemplo, le preguntaba nuestra colega, la periodista Bernarda Llorente, por lo que le falta a la humanidad y lo que le sobra a lo que Francisco responde rotundamente: la necesidad de impulsar “los verdaderos valores”. A la humanidad, dice, le falta protagonistas, la capacidad de gestionar las crisis y de hacer aflorar la propia cultura. Las crisis son, decía el Santo Padre, como voces que nos señalan dónde hay que proceder. Por eso pide no tener miedo a mostrar los verdaderos valores de un país.

Además señala el Santo Padre que el pensamiento único destierra la riqueza humana, haciendo referencia a eso que ya le hemos escuchado en alguna ocasión; riqueza humana que debe contemplar tres realidades, tres lenguajes: de la cabeza, del corazón y de las manos. Y si se carece de alguno de esos elementos, de estos tres lenguajes, se produce un desequilibrio que conduce al sentimiento, pragmatismo o pensamiento único; o lo que es lo mismo, traiciones a la humanidad

Tampoco faltó la referencia al desarrollo del Sínodo. Le preguntaban ¿qué Iglesia se necesita para estos tiempos? Habla de la necesidad de un cambio como ya ocurrió en su día con el Concilio Vaticano II; pero un cambio que no pasa exclusivamente por cambiar de moda sino algo mucho más allá; un cambio de crecimiento y en favor de la dignidad de las personas.

En relación al tema de la guerra habla de la importancia del diálogo, del acuerdo, y de caminar juntos. Advierte, de hecho, en este punto del riesgo de los mesianismos y también de la importancia de enseñar a los jóvenes a resolver las crisis y los conflictos de una forma armónica para la construcción de la paz y del bien común

Otro asunto en esta charla fue el del trabajo, su dura crítica al grave pecado de la explotación que daña la dignidad de la persona. Y un apunte final sobre los avances de la tecnología y sus implicaciones, siempre abiertos al cambio científico y al progreso pero sin olvidar el señorío de la persona. La pauta del progreso debe ser siempre es la capacidad que tenga la persona de su manejo. Con estas claves de esa charla me quedo.