Caso Andrea: alimentarla y cuidarla evitandole el sufrimiento hasta el final de la vida

Caso Andrea: alimentarla y cuidarla evitandole el sufrimiento hasta el final de la vida

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Caso Andrea: alimentarla y cuidarla evitandole el sufrimiento hasta el final de la vida

El debate sobre la eutanasia en España se ha reactivado con motivo del caso de Andrea, una niña de 12 años que padece una enfermedad neurodegenerativa que le obliga a alimentarse mediante una sonda. Los padres de la menor han solicitado que se le retire la alimentación y se le aplique una sedación hasta su fallecimiento.

Con este motivo, Vida Digna, una iniciativa de Profesionales por la Ética, quiere poner de manifiesto lo siguiente:

"Sin ánimo de juzgar a los padres, que evidentemente atraviesan unas difíciles circunstancias, es preciso poner de manifiesto que su deseo implica retirar la alimentación y aplicar una sedación no indicada (los médicos no la han planteado porque los síntomas no la requieren). A? mb?a?s ? acciones – ?retirar alimentación o aplicar sedaciones no indicadas- no tendrían una intención paliativa, sino ?la? de ?ocasionar intencionadamente? la muerte de la niña,? lo que, ?por razonamientos éticos, deontológicos y jurídicos?,? ?supone traspasar una delgada línea roja. ?E? l único resultado posible es la muerte. Hidratar y alimentar a un paciente es un cuidado básico que debemos prestar a ancianos, niños y discapacitados. Tan negativo es no dejar morir a la gente cuando le toca como provocar su muerte antes de tiempo. ?Hay otro modo de "?d?ejar ir tranquilamente"?a la niña (que es el deseo de los padres): no realizar intervenciones o tratamientos agresivos? (obstinación terapéutica)?, para que la enfermedad siga su curso hasta su fallecimiento natural.? No es conforme a la ética médica dejar de alimentar a una persona, salvo en el momento de la agonía, en el que se espera fallecimiento en las próximas horas.

Porque una cosa es que al renunciar a un tratamiento se pueda acortar la vida indirectamente (como en el caso de la negativa a recibir una quimioterapia, falleciendo de muerte natural asistido con los cuidados básicos) y, otra muy distinta, es justificar la retirada de la alimentación e hidratación necesarias para vivir.

Como indica la Dra. Alonso, portavoz de Vida Digna, "si renunciamos a cuidar de nuestros pacientes más vulnerables, negándoles la alimentación, es f?á?cil conocer la repercusión que un caso puede tener? en una triple dimensión: ?el daño a? la concepción de la medicina (?la ?confianza ?depositada ?en ?la ?actuación médica orientada a aliviar sin provocar la muerte)?, ?el derecho (?por el que ?una persona no debe dar muerte a otra? y no existe el "derecho a morir"?) y la protección de las personas vulnerables (que pueden verse incitadas a pedir la eutanasia). El argumento de la libertad individual es engañoso porque, con él, podríamos justificar también la libertad para conducir con exceso de velocidad o la ?aprobación de la ?

ablación. La libertad individual es un valor pero no la podemos separar de la dignidad de la persona y de la solidaridad a la que todos, incluidas las leyes y el ordenamiento jurídico, estamos obligados".

Igualmente, la Dra. Alonso ha recordado que el mes pasado? Gran Bretaña?, por cuarta vez rechazó una ley de eutanasia de forma mayoritaria. "La solución a casos como el de Andrea", concluye la Dra. Alonso, "es ofrecer Cuidados Paliativos, retirar los medios extraordinarios y dejar los cuidados básicos, como la nutrición e hidratación.

Existe la posibilidad de alimentación a? través de una sonda PEG por gastrostomía (a través del estómago); hoy en día se hace de forma muy rápida y con sedación superficial,? y es bien tolerada por las personas?.

Se necesita una Ley de Cuidados Paliativos que ayude a combatir el sufrimiento evitable y, por la eficacia de sus resultados, constituya un freno a la eutanasia. Es imprescindible respetar el proceso natural del final de la vida y aportar los mejores cuidados para favorecer una atención de calidad verdaderamente humanizadora".

Profesionales por la Ética