Católicos y científicos: Claudio Sánchez Albornoz, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Católicos y científicos: Claudio Sánchez Albornoz, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Alfonso V. Carrascosa

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Católicos y científicos: Claudio Sánchez Albornoz, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

A los católicos se nos alinea demasiado fácilmente con algunas ideologías, impidiendo así que se sepa que en la II República no todos eran ateos materialistas, marxistas o anarquistas, por lo que el discurso laicista oficial suele impedir ver la contribución que la Iglesia Católica tuvo en el desarrollo científico durante la Edad de Plata ?etapa fundamentalmente impulsada por una monarquía católica-o la II República. Algo de esto pasa con Claudio Sánchez Albornoz.

"Demócrata liberal, católico y feroz anticomunista?" o ,"? intelectual del exilio y ferviente católico, tanto como republicano, liberal y demócrata?" son algunas de las definiciones que podemos encontrar de él en la prensa. Dice de Claudio Sánchez-Albornoz y Menduiña (1893-1984) Carlos Estepa Díez: "De familia abulense estudió en la Universidad Central: Licenciado (1913) y Doctor en Filosofía y Letras (1914)? Del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos (1915). Catedrático de Historia de España en las universidades de Barcelona (1918) y Valladolid. Se trasladó en 1920 a la Cátedra de Historia Antigua y Media de España de la Universidad de Madrid. Discípulo de Eduardo de Hinojosa (1852-1919) y de Ramón Menéndez Pidal (1869-1968)-científico católico practicante , estuvo vinculado al Centro de Estudios Históricos. ?como director del Instituto de Estudios Medievales desde 1932 inició la empresa de coordinar la publicación de las fuentes medievales hispánicas (Monumenta Hispaniae Historica). En él también fue uno de los fundadores e impulsores de la revista Anuario de Historia del Derecho Español. En la Universidad Central fue Decano de la Facultad de Filosofía y Letras (1931) y Rector (1932-1933). Desarrolló su actividad política como diputado por Ávila durante la Segunda República, Ministro de Estado (1933) y embajador en Lisboa (1936-1939). Exiliado, fue profesor en las universidades de Burdeos (1937-1940) y de las argentinas de Cuyo y Mendoza (1940-1942) y desde 1942 en la de Buenos Aires, donde dirigió el Instituto de Historia de España. Fue Presidente del Gobierno de la República Española en el exilio (1962-1971)?.Su obra es inmensa. Baste recordar que en los estudios que le dedicara en 1986 la Universidad Complutense (En la España Medieval, V) los ítems bibliográficos de Sánchez-Albornoz llenan 14 páginas?.Animado por Menéndez Pidal en 1922 se presentó al Premio Covadonga con un estudio en cinco volúmenes dedicado a las instituciones del reino-astur leonés, obra que permaneció inédita, pero que fue la base de muchas de sus contribuciones posteriores.

La historia medieval española quedaba vertebrada por la Reconquista, entendida como la recuperación política y religiosa tras la invasión del 711?.Sánchez-Albornoz se definía como "republicano, demócrata, liberal y católico"; fue antifranquista, pero también profundamente anticomunista y antimarxista. Su concepción e interpretación de la Historia fue claramente conservadora y nacionalista española-castellana. Vuelto temporalmente del exilio en 1976, D. Claudio pasó a ser especialmente alabado por los sectores ideológicos que lo habían denostado, al tiempo que el gran historiador estaba claramente enfrentado a los que habían incorporado al medievalismo español nuevas corrientes renovadoras en los años sesenta y setenta. Regresó definitivamente a España en 1981".

Él mismo llegaría a expresar su drama personal sin dejar a Dios de lado: "…A veces tengo unas ganas horribles de salir de este mundo. Me ha tocado vivir a contrapelo. Soy liberal y he asistido al triunfo de las más bárbaras tiranías y a la desaparición del liberalismo, ahogado por el capitalismo, el comunismo, el franquismo…Soy un español que adora a España y me es forzoso vivir fuera de mi patria. Soy un padre afectuoso y no puedo gozar de la compañía de mis hijas y mis nietos. Hombre de hogar, he perdido el mío lleno de recuerdos y de bellas obras antiguas y de muebles ricos. Adoro Madrid y Ávila y mis tradiciones familiares y todo ha sido perdido para mí. Estudioso, me faltan libros, revistas, compañeros… y no es posible comprarlos, no hay divisas. Europeo hasta los tuétanos, vivo en América… Por ello vivo la batalla perdurable contra mis deseos, mis amores, mis afecciones, mis sueños… Dios sobre todo. Que él no me abandone…" (Carta de Claudio Sánchez Albornoz a Emilio Sáez Sánchez, firmada en Buenos Aires, a 3 de mayo de 1950). Fue el maestro de Emilio Sáez Sánchez, que trabajó en la Institución Milá y Fontanals, que cumple ahora 50 años.

El 3 de enero de 1984, estando hospitalizado, no pudo asistir al descubrimiento de una lápida en su honor que hizo Enrique Tierno, en el número 1 de la Plaza de Celenque de Madrid, donde vivió desde 1981, año que volvió a España, hasta su fallecimiento. LLeva grabado un busto del historiador y un texto, tomado de su libro Confidencias.