Católicos y científicos: Manuel Abizanda y Broto, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Católicos y científicos: Manuel Abizanda y Broto, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Alfonso V. Carrascosa

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Católicos y científicos: Manuel Abizanda y Brono, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC*

La vida de Manuel Abizanda y Broto (1870-1960) está recogida en la web JAE Educa y en la de la Real Academia de Historia.

Fue licenciado en Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza, y se especializándose en Historia de Aragón. Ejerció la docencia como profesor de Letras del Instituto de Zaragoza (1916-1940) y estuvo durante toda su vida vinculado al Ayuntamiento de Zaragoza como cronista oficial de la ciudad y como archivero.

Compaginó la docencia con la investigación científica sobre la historia de Aragón, tarea ésta última por la que recibió el premio Villahermosa-Guaqui en 1915. Fue miembro de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luís de Zaragoza, y vocal de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos y ejerció como periodista en El Noticieroentre otros medios. La Junta de Ampliación de Estudios le concedió en 1932 una pensión para el estudio de tapices en Francia, Bélgica e Italia. Trabajó en archivos y museos tales como el Monasterio de Saint Florent de Saumur, el Museo de Cluny, el Museo del Louvre, la catedral de Saint Denis, el Palacio de Versalles, etc.

Su experiencia docente fue crucial para que renovase los estudios de Arte en España. Entre sus principales obras destacan, como refieren José Manuel Azcona y Rebeca Herrero, Documentos para la historia artística y literaria de Aragón procedentes del Archivo de Protocolos de Zaragoza, siglo XVI, siglo XVII, Zaragoza, La Editorial, 1915; Los tapices de Zaragoza: exposición celebrada en la antigua lonja de la ciudad (octubre de 1917) (en colaboración con José M. Monserrat), Zaragoza, Tipografía Heraldo de Aragón, 1917; Los tapices de Zaragoza. Catálogo de la exposición de 1928, Zaragoza, Tipografía Heraldo de Aragón, 1928; Palacio de la Audiencia de Zaragoza, Zaragoza, Sindicato de Iniciativa, 1931; Damián Forment, el escultor de la Corona de Aragón, Barcelona, Editorial Selectas, 1942; El índice de privilegios del Valle de Arán, Lérida, Institut d?Estudis Ilerdencs, 1944.

Jubilado a fines de 1936 por razones de salud, el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas le encausa en 1942 por haber estado afiliado a Acción Republicana hasta 1934, y por haber sido interventor de un candidato del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, "si bien en su actuación favoreció a los elementos derechistas". Cuenta su biógrafo Eloy Fernández Clemente que, en su soledad y muy cerca de su muerte, en abril de 1957, escribió una poesía en la que reveló bien a las claras su nunca renunciada religiosidad y su tremenda añoranza aragonesa.

La vida de Manuel Abizanda y Broto es interesante porque al ser conocidamente religioso y recibir una pensión de la JAE, es evidente que en la JAE persona alguna adscribible ideológicamente al Frente Popular, a juzgar por la Persecución Religiosa que las ideología a él pertenecientes organizarían. Y esto es interesante porque personas como Manuel Abizanda y Broto, científicas y católicas, debilitan el discurso de la memoria histórica que pretende asociar a las ideología del Frente Popular con la ciencia, el desarrollo pedagógico de España, etc., pues la mayor parte de su formación y vida científica y profesional ocurrió bajo la monarquía católica de Alfonso XIII, o en ámbitos liberales cercanos a la Institución Libre de Enseñanza, cuyos principales líderes eran religiosos, no muy católicos pero religiosos: Francisco Giner de los Ríos o Alberto Jiménez Fraud entre otros. Se conmemora el centenario de la fundación del Instituto Escuela de Madrid, en plena monarquía parlamentaria católica de Alfonso XIII, algunos de cuyos organizadores fueron católicos practicantes, como María de Maeztu . En sus aulas se impartió religión católica, religión en la escuela, como recoge su decreto fundacional .

* "Como es obvio, lo manifestado en sus artículos no tiene por qué coincidir con el posicionamiento, ni reflejar los puntos de vista de las instituciones en las que desarrolla su actividad profesional".