La cuestión política de Cataluña: Datos históricos
Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
Ante la nueva convocatoria de elecciones legislativas autonómicas de Cataluña convocadas por el presidente de la Generalitat para el 25 del próximo mes de noviembre con el fin de hacer una consulta al pueblo catalán sobre el soberanismo o independencia de Cataluña, quiero recordar lo sucedido con esta cuestión política catalana a la luz de la historia, maestra de la vida, a fin de no incurrir en los mismos lamentables errores.
Francisco Maciá i Llussá, coronel de ingenieros, deja la vida militar en 1907 y participa en la política nacionalista catalana por medio de la Solidaritat Catalana. En 1931, se integra junto con otras fuerzas políticas en partido independentista de Ezquerra Republicana de Cataluña, que dirige, preside y desbanca en las elecciones municipales de España, del 12 de abril de 1931, a la LLiga Catalana, luchadora infatigable de la autonomía catalana.
El 14 de dicho mes y año, al grito de la muchedumbre: "Visca Maciá y mori Cambó", Francisco Maciá y Lussá dirige el siguiente discurso a estas multitudes entusiastas: "En nombre del pueblo de Cataluña, proclamo el Estado Catalán bajo el régimen de una República Catalana". Dicha proclamación crea un gravísimo conflicto con el Estado Español.
El 27 del mismo abril y año, los políticos republicanos, Niceto Alcalá Zamora y Marcelino Domingo, y Nicolau I Olwer, del partido de Ezquerra Republicana de Cataluña, viajan a Barcelona para solucionar amistosamente esta gravísima cuestión política. Nicolau I Olwer propone hábilmente a Francisco Maciá y a su partido sustituir el Estado Catalán Republicano por la Generalitat Catalana, institución de origen medieval, regida por un Estatuto, propuesta que aceptan
El 2 de agosto de 1931, dicho primer Estatuto de Cataluña es plebiscitado y refrendado por una amplia mayoría del pueblo catalán. Corregido y adaptado a la Constitución del Estado de la Segunda República Española por las Cortes Españolas es promulgado el 15 de septiembre de 1932. El Parlamento catalán se constituye conforme al mismo estatuto, y elige a Francisco Maciá, primer Presidente de la Generalitat, falleciendo el 25 de diciembre de 1933.
Luis Companys i Jover, que había contribuido a fundar el partido Ezquerra de Cataluña en el 1931, consigue una acta de concejal del ayuntamiento de Barcelona en las citadas elecciones municipales del 12 de abril de este año. Es nombrado gobernador civil de Barcelona y es elegido diputado en las Cortes Constituyentes Españolas de 1931 y en las elecciones legislativas de 1933.
Fallecido Francisco Maciá, el Parlamento catalán vacila elegir Presidente de la Genaralitat entre la Ventura Gassol, verdadero heredero de Macia, y Luis Companys. Pero eligen a este por ser una persona pública que se había expresado siempre en lengua castellana y que contaba con el apoyo de las masas anarco-sindicalistas, indiferentes y hostiles al catalanismo.
Luis Companys i Jover una vez elegido Presidente de la Generalitat, el 6 octubre de 1934, proclama el Estado Catalán de la República Federal Española en nombre del pueblo, del Parlamento y de gobierno que preside asumiendo todas las facultades de Poder en Cataluña. Con este discurso deja atrás a Dencás, su consejero de Gobernación, que le disputaba el protagonismo federalista y separatista catalán, pero compromete gravemente a Manuel Azaña, su apoyo y cómplice, que se encontraba estos días en Barcelona.
Por estas fechas, Alejandro Lerroux era el presidente del Gobierno de la II República Española, apoyado por José María Gil Robles de la CEDA. Ambos eran adversarios políticos del nacional federalismo y separatismo catalán. Ante estas circunstancias, el general de división, Batet, que mandaba la guarnición de Cataluña, declara la ley marcial en Barcelona, durante la noche del 6 al 7 de este citado mes y año, asedia y ataca el palacio de la Generalitat, donde Companys y su gobierno se habían refugiado.
Luis Companys se rinde y es detenido y condenado a treinta años de prisión. Terradellas y Decás consiguen huir por una alcantarilla. Manuel Azaña es confinado durante meses en un embarco de la Armada española por el Gobierno de Alejandro Lerroux.
Con el triunfo de las elecciones a las Cortes Españolas, en 1936, ganadas por el Frente Popular, su amigo, Manuel Azaña, se convierte en Presidente del Estado de la Segunda República y Luis Companys es elegido diputado y ocupa, de nuevo, la presidencia de la Generalitat catalana.
El 18 de julio de 1936 estalla la guerra civil española capitaneada por los generales Franco y Mola contra los Gobiernos de la Segunda República por su desorden y anarquismo nacional. Luis Companys que preside la Generalitat formará varios gobiernos catalanes nacionalistas. El 29 de septiembre de este año compone un nuevo gobierno formado por catalanistas, anarquistas, del cual José Tarradellas forma parte con la misión de controlar y encauzar el poder de la CNT-FAI y el POUM.
José Tarradellas, yerno de Francisco Maciá, es un hábil negociador y persona dialogante y comedida que tiene éxito en su gestión encomendada. El 17 de diciembre del citado año, José Tarradellas preside el gobierno de la Generalitat permaneciendo en el cargo hasta los sucesos de mayo de 1937. Luis Companys vuelve a la presidencia de la Generalitat, pasando José Tarradellas a consejero de Hacienda hasta febrero de 1939, en que las tropas nacionales toman Cataluña.
Luis Companys, José Tarradellas y demás miembros del gobierno de la Generalitat se refugian en Francia. El general Franco decreta la anulación de la Generalitat y su Estatuto. Sentenciados a pena de muerte por el general Franco, Luis Companys es detenido por la Gestapo en su residencia de Baule de Bretaña. Conducido a Madrid ante consejo de guerra le condena a muerte en un juicio sumarísimo, siendo fusilado al día siguiente.
Tarradellas es detenido en innumerables veces y pedido su extradición, pero no se hace efectiva, gracias a monseñor Raymond y al Gobierno de México que interceden por él. En 1954 Tarradellas es elegido presidente de la Generalitat en el exilio por los parlamentarios catalanes exilados, en Saint Martín-le Beau, ejerciendo su cargo simbólicamente.
José Barros Guede
A Coruña, 28 de septiembre del 2012