El desafío de la Caridad

El periodista Mario Alcudia invita a abrir nuestro corazón a las personas que más lo necesitan

Mario Alcudia

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Esta semana leía la bonita historia de Ridaje, la start-up de Lorenzo Di Ciaccio, un ingeniero informático italiano que dejó su trabajo y con el dinero de la liquidación creó esta empresa dedicada a ayudar a personas necesitadas, mediante la recuperación de las zonas verdes abandonadas de Roma; curiosamente la ciudad con más zonas verdes de Europa y sin embargo con menos jardineros profesionales, tan solo 200 para su cuidado.

El proyecto permite ofrecer una segunda oportunidad de vida y redención a algunas de las personas sin hogar que pueblan las calles de la ciudad eterna. El nombre es además muy significativo; Daje la expresión con la que los italianos dan ánimos a alguien, con el que invitan a no rendirse. Por eso esta iniciativa se ha denominado Ridaje, por tanto un daje dos veces. Es la espinita que tenía clavada Lorenzo desde hace 12 cuando se hizo voluntario en Cáritas donde ayudaba a estas personas durante la Campaña del frío.

Además hay otra historia preciosa detrás de este origen. Una de las personas que trabajaban en la empresa anterior de Lorenzo, desde una de las terrazas de Pedius, otra empresa que había creado previamente apara ayudar a los discapacitados auditivos, allí un trabajador le confesó que desde allí se veía el banco en el que pasó su primera noche en la calle, el lugar donde se convirtió en invisible, como tantos otras personas tiradas en bancos o en el suelo sobre cartones.

Es tremendo, la verdad, el que tantas personas a nuestro alrededor pasen desapercibidas. Todo esto nos hace pensar en lo acertada que es la Campaña de Navidad de Cáritas de este año que lleva por lema: ‘Esta Navidad tú tienes mucho que ver’, con la oportunidad que se nos ofrece de contemplar la realidad que nos rodea, el ser capaces de reconocer al Señor que nos nace, pequeño y dependiente para hacerse humanidad y fragilidad. Hay que aprender y entrenar la mirada para en medio de un tiempo difícil, abrir nuestra ventana y nuestro corazón a las personas que más lo necesitan. Que la caridad no se quede encerrada en el fondo del corazón sino que nos ilumine a todos.