Enamorados para toda la vida

Mario Alcudia reflexiona sobre la I Jornada de los Niños, que convoca a miles de ellos en Roma este último fin de semana de mayo

Mario Alcudia

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Miles de familias se reúnen este fin de semana en Roma en la I Jornada de los Niños convocada por el Papa, cuyos actos darán comienzo en poco más de una hora, en el Estadio Olímpico.

A comienzos de mes, Francisco se reunía con los responsables internacionales del movimiento Equipos de Nuestra Señora, institución fundada por el sacerdote francés Henri Caffarel. Les recordaba el Santo Padre que la familia cristiana atraviesa una tormenta cultural y se ve amenazada y tentada; por eso salvaguardar el matrimonio significa salvaguardar a la familia entera, las relaciones que se generan en su seno: el amor entre los cónyuges, entre padres e hijos, entre abuelos y nietos; algo que a buen seguro pondrá de manifiesto en esta Jornada.

Niños y niñas que necesitan recibir de sus padres la certeza de que Dios los ha creado por amor, y de que un día también ellos podrán amar y sentirse amados de la misma forma

El matrimonio es una vocación

Urge en este momento descubrir que el matrimonio cristiano es una vocación, una llamada específica que Dios dirige a cada padre y madre para que puedan realizarse plenamente.

Ayer hablaba, precisamente, con uno de esos matrimonios que con su vida dan testimonio de todo ello. Mañana van a participar a mediodía en la Catedral de la Almudena de Madrid junto a otras familias que cumplen sus bodas de oro y plata. Si algo han constatado en este tiempo nos contaba la esposa, Laura, es que el matrimonio es una vocación. 36 años de vida caminando juntos, con muchos motivos por tanto para dar gracias a Dios.

Nos decían que uno de los secretos de su matrimonio es vivir todo unidos, teniendo al Señor como centro de sus vida y cómo todo ello han tratado de trasladarlo, con su ejemplo, a sus dos hijos de 22 y 19 años, además de acompañando a otros matrimonios en este árido camino social.

A miles de esas familias, de esas pequeñas iglesias domésticas, escuela de comunión, de amor y generosidad las tenemos hoy y mañana en Roma, en esta I Jornada de los Niños, poniendo así de manifiesto que la vida de la familia es un pastoreo misericordioso. Cada uno, con cuidado, pinta y escribe en la vida del otro con el Espíritu de Dios.