Experiencia, por Ángel Moreno, Buenafuente
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Experiencia, por Ángel Moreno, Buenafuente
Queridos amigos: Durante mi estancia en Alemania, para dirigir los Ejercicios Espirituales a las Hnas del Amor de Dios, andaba meditando en el Espíritu Santo, de cara a acompañare en la Semana del Cenáculo con algunas reflexiones sobre cada uno de los dones. Para ello acudí a las catequesis que el Papa Francisco tuvo el año pasado sobre ellos.
Había escrito ya sobre el don de Sabiduría, que no es otra cosa que mirar la realidad con los ojos de Dios, según afirma el Papa.
Invitado por las Hermanas a visitar la abadía de Brauweiler, cerca de Colonia, por donde pasa el Camino de Santiago, me encontré con el lema que habían explicado a los niños de la primera comunión, expuesto en el frontal del altar, y mi sorpresa fue encontrarme con la misma llamada: "Ver las cosas con los ojos de Dios, en alemán mit Gottes Augen die Welt sehen. Y sentí la confirmación de mi reflexión y la llamada en estos tiempos tan ideologizados.
Sin duda que es de sabios el caminar por la vida, contemplando todo con los ojos de Dios, así lo hacen los de corazón limpio, y ellos verán a Dios.
En Pascua es la mirada que se nos pide, la que el Señor concedió a los suyos, cuando lo reconocieron resucitado.